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Fabian Pasos
El gran porcentaje de la población en México sigue creyéndose de primer mundo actuando como tercermundistas criticando todo lo que ven a su paso sin tener un filtro que les ayude de manera correcta a entender su entorno económico, político y social sin percatarse que el gobierno actual es pasajero pero su mediocridad podrá ser eterna.
El periodismo de alta alcurnia ha encontrado una manera de subsistir bastante oportunista donde basa todo su talento en cuestionar y analizar la evolución patrimonial de todos los miembros de la familia que se encuentra en el poder, encontrando en ello un pretexto perfecto para ganar adeptos que se sientan menos ante estas circunstancias.
Me queda claro que el enojo en gran porcentaje de los mexicanos es eterno, un rencor que pretende ser mitigado buscando responsables en vez de encontrar respuestas ante la mala toma de decisiones o simplemente la “huevonada” de no ponerse las “pilas” para salir adelante; ante el infortunio la culpa siempre la tendrá el presidente.
Tan solo es necesario que los medios de comunicación comiencen a revelar sus “investigaciones” para que cientos de mexicanos crean cualquier tipo de historia sin siquiera mostrar pruebas que avalen la postura de algún medio de comunicación, tan solo es necesario mostrarlos en “prime time” o “titulares para que esto cobre forma y todos asuman una realidad influenciada por intereses diversos.
Si a todo esto le sumamos que no existe una oposición real en el país difícilmente se puede tener una postura política e ideológica que fomente la competencia y se cuestione en todo momento la toma de decisiones desde las cúpulas más altas de este país.
Durante años México nunca se involucró de manera consciente en lo que sucedía dentro de Los Pinos, la toma de decisiones y los gastos públicos nunca fueron de interés de diversos medios de comunicación simplemente por el “chayo” que había de por medio y hoy que se acabaron los regalitos pretenden hacerle creer a miles de mexicanos que el gobierno actual trae un plan entre manos.
¿Quién es el responsable de nuestra desgracia, en verdad es el presidente?
