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Entre todas las especies que viven en los mares y océanos de nuestro planeta, hay una que ostenta el ranking de máxima popularidad. Hacemos referencia a la familia de los tiburones, animales majestuosos -y al mismo intimidatorios- que se encuentran en casi todas las costas del mundo. Muchos escualos se acercan peligrosamente a las playas recreativas, a unos niveles que incluso no somos capaces de percibir. Solo cuando se viralizan vídeos o imágenes de los animales acercándose a la arena es cuando realmente se toma conciencia de nuestra convivencia mutua.
De hecho, queremos hacer hincapié en esta cuestión, centrándonos en las playas del territorio mexicano que han constatado la presencia de tiburones cerca de su línea de costa. Un ejercicio con una finalidad doble: por un lado, que la gente pueda tomar conciencia de la proximidad a la que se encuentran estos seres majestuosos, y por el otro, analizar la gran diversidad de especies que presentan. Obviamente, el más popular de todos, como es el caso del Gran Tiburón Blanco, también se encuentra presente en nuestra enumeración.
Las playas de Acapulco son conocidas popularmente por sus aguas cristalinas, su buen ambiente y su oferta turística. También por sus espectaculares conciertos y actuaciones musicales, como es el caso del festival de música internacional Trópico, también conocido como fiesta mexicana, un evento de tres días que atrajo ya en el pasado un total de 5000 personas. O el caso del popular Selenic Beach, también de gran formato y más centrado en la música electrónica y underground. Tal ebullición despierta la curiosidad de otros invitados inesperados, como es el caso de los tiburones. De hecho, el año pasado fueron noticia por este mismo hecho. En la playa de Puerto Marqués se grabó en vídeo la presencia de un animal de gran tamaño. En el metraje es complicado determinar de qué especie en concreto se trata, pero a causa de su presencia se alertó al resto de bañistas. Hay que tener en cuenta que se trata de una zona eminentemente turística, y nadie quiere llevarse una mala experiencia en su tiempo de desconexión laboral. Un apunte curioso y el primero de nuestra lista.
Antes de abrir la carpeta de los tiburones más populares, es interesante analizar el caso concreto de una criatura especial que fue avistada en el Golfo de México. El verano del año 2019 una expedición científica fue capaz de grabar un ejemplar de Hexanchus Griseus, uno de los tiburones cuya especie es una de las más antiguas que han poblado nunca el planeta tierra. De hecho, su línea evolutiva va más allá de los dinosaurios. El ejemplar presentaba un tamaño de más de 6 metros, y llamó mucho la atención de los especialistas por la fortuna que supuso entrar en contacto con el ser marino. Se le pudo colocar un sistema de rastreo y actualmente es posible dibujar su periplo submarino. Una información valiosísima para la comunidad científica, ya que existen pocos registros sobre el comportamiento de una gran cantidad de tiburones. El medio marino presenta muchos secretos, y resolverlos supone una empresa complicada.
Video>>> https://www.youtube.com/watch?v=mPZZVTHIj98
Finalmente, hay que analizar dos territorios que se podrían considerar como la zona cero de presencia de tiburones en territorio mexicano. El primero es la Isla de Guadalupe, un punto geográfico donde es posible entrar en contacto con el rey: el Gran Tiburón Blanco. Se realizan varias expediciones a lo largo del año donde se posibilita entrar en contacto con las bellas criaturas. Utilizando jaulas específicas, los submarinistas pueden sumergirse con ellos y ver a los animales en todo su esplendor. Es una experiencia no apta para cardíacos, pero un ejemplo que explicita cómo de cerca se encuentran los grandes escualos con relación a nuestras costas.
El otro ecosistema marino interesante es el que se ha originado en la isla Holbox, en Quintana Roo -un espacio habitual con relación a la presencia de dichos animales-. En los meses más cálidos del año es posible nadar con el pez más grande todos los océanos: el Tiburón Ballena. Se trata de un animal excepcional que a pesar de sus grandes dimensiones -puede llegar hasta los 10 metros-, es totalmente inofensivo, ya que solo se alimenta de plancton y de fauna microscópica. En este caso concreto no se necesitan jaulas para nadar con los escualos, convirtiendo esta actividad en una experiencia en la que puede participar gente de todos los perfiles. ¿Te ves capaz?
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