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Chucho Gallegos
La pandemia no existe para el empresario Hugo Mejuto. Es el único que ha presentado espectáculos presenciales, en el Salón la Maraka dejando al público asistente, el riesgo y la responsabilidad del contagio de Covid.
El sábado 28 pasado presentó a Las Grandiosas, ahora incorporando a la cubana norteamericana María Conchita Alonso, cantando covers: “Acaríciame”, “Noche de Copas”, igual que Karina interpretando éxitos ajenos: “Concierto para Enamorados” y Jeanette, cantante española que se le recuerda por “Queda” y “El Muchacho de los ojos tristes”, pero de eso hace más de 20 años. Dulce es la única que justifica el título de “Grandiosa”.
Vendieron 400 covers a $ 3,000.00 pesos acad uno en mesa VIP; $ 2,500, en medio y $ 1,500, las últimas filas.
Supuestamente rebasó el 33 por ciento del aforo permitido para shows presenciales, por la Secretaría de Salud.
Fue un show celebrado por un público ávido de olvidarse por dos horas del temor, miedo, angustia y depresiones que viven en la primera pandemia. Nadie puede asegurar que los que asistieron esa noche estaban limpios de Covid, ni tampoco que las personas que estaban en mesas VIP, muy cerca del escenario, recibieran aerosoles de las cantantes por nariz o boca o fueran salpicadas por la transpiración de Las Grandiosas.
Le quiero decir al lector que los cantantes ( y las cantantes), en su mayoría bajan hasta 1 a 3 kilos luego cantar dos horas sin descanso porque sudan como si estuvieran en el sauna.
En fin, nadie sabrá si esto fue un foco de infección, sobre todo, si salieron fugaces y alabastrinos
