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POR HECTOR TAPIA
TARIFA 1F <<HECHIZA>>
- Lo bueno: el borrón; lo malo: el subsidio; lo feo: el tufo electoral
- Lo inédito: el perdón de 15 mil 260 millones de pesos a Tabasco
El martes 2 de febrero fue un día «frío» para el casi inexistente invierno tropical. El termómetro amaneció en 18 grados y por la tarde, pasado el mediodía —hora en que el gobernador del estado había anunciado la «desaparición del adeudo histórico [con la CFE] de manera total»—, ya el termómetro marcaba 27 grados centígrados, pero con una sensación de 32 grados.
Más tarde a las 18:00 horas, recibí la llamada de un amigo: ¡el hombre no cabía de felicidad!, había acudido a un cajero automático de la Comisión Federal de Electricidad y se había encontrado con una sorpresa que nunca en su vida imaginó: El adeudo histórico de energía eléctrica que mantenía con la CFE desde el año 2000 y que ya alcanzaba la suma de 85 mil pesos, aparecía ¡completamente borrado!
«Es como si me hubiera sacado la lotería», lo oí decir emocionado. «La verdad, mis respetos para mi Presidente de la República, esto no lo esperaba, nadie lo había hecho antes y te lo juro que le estaré eternamente agradecido», prometió, y lo imaginé del otro lado de la línea con los ojos llorosos.
De ese tamaño fue el anuncio hecho por el gobernador Adán Augusto López Hernández, una decisión magnánima del Presidente con sus paisanos: ordenar a la empresa productiva del estado que de un «teclazo» desaparecieran de las bases de datos los adeudos y los estados marcaran cero. Un auténtico «borrón y cuenta nueva».
Para tener una idea de cuánto le costó al erario público este «acuerdo», hay que partir de que la CFE tiene registrados 723 mil 194 servicios o usuarios domésticos en Tabasco. Como no cuento con el número exacto de deudores morosos, partiré del número aportado por el gobernador como los usuarios que se beneficiarán de manera directa del «borrón»: 607 mil 165 tabasqueños, usando como hipótesis que si les borraron algo de sus recibos es porque debían.
Resulta surrealista saber que un 83.95 por ciento de los clientes de la Comisión de Electricidad no pagaban la energía eléctrica, es decir ¡casi todo Tabasco!
Antes de este acuerdo histórico, el Gobierno de Tabasco y la CFE anunciaron —en mayo de 2019—, el tercer programa de rescate en 13 años de gestiones, al que llamaron «Adiós a tu deuda» y que consistió en un borrón y cuenta nueva, siempre y cuando se firmara un convenio con la empresa eléctrica y empezaran a pagar los nuevos recibos de consumo sin caer en morosidad.
Al cierre del 2020 los que firmaron el acuerdo fueron 171 mil 756 usuarios; a estos se les condonaron 3,074 millones de pesos, aunque lamentablemente, a los pocos meses, 95 mil 230 volvieron a caer en morosidad y adeudaron de nuevo 255 millones de pesos.
Datos de transparencia de la CFE revelan que hasta diciembre del año 2020, la deuda de todos los usuarios del servicio doméstico llegaba a los 12 mil 195 millones de pesos, por lo que con base en esta información y otras obtenidas entre el mes de mayo de 2019 y el 2 de febrero del 2021, se calcula que la empresa productiva del estado canceló un adeudo de 15 mil 260 millones de pesos. Obviamente, sumando a los que firmaron «Adiós a tu deuda» y que habían sido rescatados.
Hasta aquí vendría la intervención principal de la empresa capitaneada por Manuel Bartlett Díaz. A mi consideración es el anuncio más importante que ha hecho la 4T hasta ahora en Tabasco, después de la Refinería, porque prácticamente a todo el estado se le condonó la deuda. Aunque siempre queda un sentimiento de culpa: premiar al incumplido, al moroso, mientras que ese pequeño 16.05 por ciento de usuarios que han pagado puntualmente, parecen ser los castigados. Por eso este acuerdo deja un mal sabor de boca: premiar al mal pagador y sin reconocer al cumplido. Así es Tabasco, así es México.
…
El segundo anuncio importante hecho el martes pasado por el gobernador y funcionarios de la compañía de energía eléctrica se refiere a la tarifa 1F. Quiero dejar en claro que la reflexión que sigue se sustenta en mi sentido periodístico. No quisiera que se malinterpreten mis palabras y sea yo agregado a la lista «de los agoreros del mal», como han adjetivado a quienes se atreven a expresar dudas sobre el tema. Simplemente reflexiono con datos que se han hecho públicos.
Primero que nada es importante saber que la tarifa 1F de la Comisión Federal de Electricidad originalmente no es fija, tiene dos ajustes: un precio más bajo de la energía en la época de mayor calor, que luego sufre un incremento el resto del año, en donde se supone las temperaturas bajan.
En términos generales, la CFE divide cada uno de estos períodos en seis meses: un semestre de «verano» con una tarifa baja y otro de «invierno», en que la cuota se incrementa. Es así que en mayo el consumo básico cuesta 0.635 centavos de peso hasta los primeros 300 kilowatts-hora (KWH), y seis meses después, en noviembre, el KWH cuesta 0.875 centavos de peso en los primeros 75 KWH.
Así funciona la tarifa más «baja» que tiene la CFE para todo la República Mexicana. Sin embargo el Gobierno del Estado de Tabasco anunció que mediante un acuerdo con Manuel Bartlett logró una homologación de una sola tarifa para todo el año, para eliminar el incremento que debe darse en invierno.
Bien, aclarado cómo funciona la tarifa 1F, podemos entonces deducir que a Tabasco se le ha confeccionado una tarifa 1F especial o «hechiza», es decir que no existe en los catálogos de servicios de la CFE y para ello el gobernador ha dicho que en todo el año «no habrá diferenciación, [el] Gobierno del Estado se compromete a subsidiar el bimestre de febrero-marzo que terminará en algunos casos de entregarse la facturación hasta abril para beneficiar al 85% de los usuarios tabasqueños».
Sorprende que entonces el estatal anuncie que pasado este invierno, «a partir del próximo periodo CFE y Gobierno del Estado harán las gestiones de manera conjunta para que el subsidio sea ya directamente de Gobierno Federal, esta gestión la vamos a hacer ante la Secretaría de Hacienda», dijo el gobernador.
Esto quiere decir que Hacienda no está enterado de manera formal de este subsidio y menos ha autorizado hasta el momento el desembolso de esos recursos para finales de este año cuando empiece la cuota de invierno de la tarifa 1F.
¿Por qué anunciar entonces como un hecho consumado algo que aún pasará por la Secretaría de Hacienda? Sí, ya sé, el Presidente es tabasqueño, pero entonces acudimos ante una promesa de gestión no terminada, que es anunciada de manera repentina a unos meses de que inicien las campañas electorales.
¿Serán tiempos para que Hacienda destine recursos millonarios para estar subsidiándole la luz a 723 mil 194 tabasqueños, cuando el País se encuentra en un periodo de austeridad derivado de la pandemia? ¿Qué clase de gestión se realizará para este subsidio? ¿Qué garantías hay de que subsista más allá de este sexenio?
En una entrevista televisiva, el ingeniero Rafael Martínez Bernal, gerente comercial de la CFE, zona sureste, explicó que el subsidio que se le pagará a la Comisión Federal será del 50 por ciento del recibo, pero que para ello han determinado el número de kilowatts-hora que serán apoyados, y puso un ejemplo: en Centro ellos estimaron un consumo promedio de 800 KWH al bimestre, equivalentes a 800 pesos más IVA, es decir que la SHCP pagaría 400 KWH y el usuario los otros 400 KWH más el IVA, lo que vendría arrojando un pago de 464 pesos.
Una cosa distinta sería que la empresa productiva modificara su tarifa 1F y creara la tarifa «1F-II» para los estados con climas parecidos a los de Tabasco, en vez de confeccionar una tarifa única, especial, «hechiza» y que deja sin bandera política a la de por sí flaca oposición.
¿O acaso en Palacio de Gobierno y Palacio Nacional se están leyendo encuestas que no les gustan?
«Nuestro problema
más gordo reside
en tener un método
perfecto para un
objetivo difuso»
ALBERT EINSTEIN
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