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Los perros son animales muy nobles y leales. Tal es su forma de ser que ellos mismos son protagonistas de historias enternecedoras. Un “lomito” callejero pasó una noche a lado de un Subway, donde le dieron de cenar; desde hace un año no ha faltado por su comida.
Los trabajadores comentan que el perrito llegó y se les quedó viendo desde fuera a través de la puerta del local. uno de los empleados se apiadó de este y le regaló la especialidad del día, además de un poco de agua.
Con la confianza ofrecida, el ahora bautizado “Subway Sally” no ha faltado ni una vez. Cada noche por su especialidad del día, donde afortunadamente la variedad le mantiene saludable.
Si por algún motivo el establecimiento está cerrado, comentan que el perro va al frente, a Taco Bell para ver que puede comer ahí. A pesar de que nadie lo ha adoptado, el es muy feliz con su cena diaria.
