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Las peleas entre animales por el territorio no es algo de extrañarse, muchas veces alguno de ellos muere en el acto: En el estado de Michigan, un grupo de vecinos logró liberar de un destino mortal a dos ciervos que, al pelear se atoraron con sus cornamentas.
Evidentemente, los animales no querían ser tocados por las personas; se tuvo que recurrir a una táctica de acorralamiento, para llevarlos a un arrollo cercano. Con ayuda de una motosierra, uno de los hombres se acercó para cortar los cuernos que los ataban uno al otro. La operación fue un éxito y los animales consiguieron separarse rápidamente y abandonaron el lugar a la carrera.
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