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Esteban Durán
Un colorido y vistoso desfile, como hace tiempo no se veía, pudieron ver millones de mexicanos; la parada deportiva que caracterizaba la conmemoración de la gesta revolucionaria del 20 de noviembre quedó atrás.
Ya no participaron los atletas, que en justas deportivas a nivel internacional, ganaron medallas y reconocimientos y que esta era la ocasión para lucirlas a millones de espectadores.
Por las calles del centro capitalino tampoco desfilaron los trabajadores del estado, ni los empleados sindicalizados, que portaban gigantescas mantas en las cuales manifestaban el apoyo al presidente en turno.
Ahora no se obligó a ningún burócrata a participar en el evento revolucionario; los líderes charros, aquellos que lanzaban vivas al mandatario y a sus líderes sindicales, como si fueran éstos los festejados, quedaron eliminados.
Ya todo cambió
Fueron pasadas las 11.00 de la mañana cuando iniciaron las actividades en la plancha del Zócalo, con una representación histórica de diversas escenas de la Revolución Mexicana.
Se trató, de una recreación de diversos momentos históricos con más de mil 130 personajes caracterizados con indumentaria, artículos y vehículos de la época, artefactos y armas.
Posteriormente, se presentó un programa musical con María Inés Ochoa ‘La Rumorosa’, interpretando corridos de la Revolución.
Jinete de la Sedena sufre aparatosa caída
Soldados montados en regios caballos, abrieron el desfile, realizando una serie de suertes, desafortunadamente, uno de los jinetes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sufrió un accidente mientras realizaba una acrobacia ecuestre en el desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana.
El elemento realizaba la maniobra llamada ‘Parada india’, que era utilizada por la población nativa del continente americano para capturar a los caballos salvajes, según explicó la Sedena. Si se ejecuta de manera correcta, el caballo se detiene cuando el jinete se cuelga de su cuello.
En este caso el caballo se resbaló justo cuando el jinete se colgó de su cuello, por lo que ambos terminaron en el suelo. El elemento de la Sedena tuvo que salir asistido por otros soldados.
Al término del paso de los contingentes ecuestres, Homero Mendoza Ruiz, comandante de la columna del desfile, informó al presidente Andrés Manuel López Obrador del estado de salud del soldado.
“El elemento que sufrió una caída en la primera parte de este desfile es atendido en el Hospital Central Militar de esta ciudad”, dijo.
La parada conmemorativa tuvo dos ejes narrativos: los caballos y los trenes, dado que desfilaron dos mil 700 caballos de contingentes militares y de contingentes civiles, de todo el país, para resaltar la importancia que tuvo el caballo en la gesta armada.
Encabezaron el desfile, los llamados precursores de la Revolución, las huelgas de Cananea, las huelgas de Río Blanco, seguidas de la prensa libre, los hermanos Flores Magón y después agrupamientos revolucionarios con jinetes que van a ir representando al Maderismo.
A ellos se sumaron una columna de jinetes zapatistas, el bloque villista con la División del Norte, un bloque constitucionalista y un elemento más, así como un contingente alusivo al papel de la mujer en la Revolución con Carmen Serdán a la cabeza.
De acuerdo con los organizadores, a lo largo del desfile se distribuyeron cerca de 10 mil postales con fotografías de la época revolucionaria que pertenecen a varios archivos históricos.
Detrás del desfile hubo un trabajo coordinado de las Secretaría de Gobernación (Segob), la Defensa Nacional (Sedena), la Marina (Semar), Cultura, Educación Pública (SEP), la Coordinación de Memoria Histórica, el Servicio Público de Radiodifusión (SPR), la Vocería del Gobierno Federal, la Secretaría Particular de la Presidencia, el Gobierno de la Ciudad de México y el IMSS.
Importancia del ferrocarril en la Revolución
Durante el evento destacó la presencia de la locomotora ’Petra’, la cual fue trasladada del Monumento a la Revolución al Zócalo capitalino, para disfrute de los turistas nacionales e internacionales.
‘Petra’ data de 1899. Es la número 67 perteneciente al Ferrocarril Interoceánico, es una locomotora de más de 15 metros de largo, tres metros 70 centímetros de altura y 66 toneladas de peso. Formó parte del Ferrocarril Interoceánico que fue dominado por el Ejército Zapatista.
Se le bautizó así en honor a la revolucionaria norteña Petra Herrera, que comandó una brigada de mujeres en la toma de Torreón. Sin embargo, la locomotora dejó de circular en 1968 y estuvo durante algún tiempo en el Monumento a la Revolución; posteriormente, en el Museo de los Ferrocarrileros.
Además de la locomotora, desfilaron otros dos carros de ferrocarril, uno de pasajeros y un coche exprés, cuyo traslado fue todo un reto logístico, fue todo un momento histórico para recordar la historia de la Revolución y la importancia de los trenes en la misma.
El magno evento revolucionario partió del Zócalo de la Ciudad de México, para continuar por la calle 5 de Mayo y, posteriormente, incorporarse a Paseo de la Reforma, para concluir en Campo Marte, participaron más de dos mil 700 jinetes.
