Visitas
CIUDAD DE MÉXICO.– En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) están enquistados los grupos de poder del antiguo régimen, prueba de ello es la reelección de Enrique Graue Wiechers para el periodo 2019-2023.
Con Graue, se perpetuó por un periodo más el grupo de los médicos en el piso 6 de la Torre de Rectoría. Su antecesor, José Narro Robles, fue una de las cabezas del priísmo dentro de la universidad, que incluso renunció a la vida académica para contender fallidamente por la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
A decir de Mario Solis, estudiante de la UNAM y secretario de organización de la Red Estudiantil por la Democracia (RED) –agrupación que rechaza la reelección de Graue–, “hay un gran remanente del poder del PRI (en la universidad)”.
“La derecha tiende a esconderse en este tipo de instituciones académicas, y más en la universidad, porque de cierta manera se vuelven intocables”, sostuvo el universitario a Grupo Cantón, al agregar que los fines e intereses de estos políticos priístas, “son monetarios”.
Otro priísta en la UNAM, es el actual director de la Facultad de Derecho, Raúl Contreras Bustamante, designado por el mismo grupo al que pertenece el médico cirujano reelecto.
Contreras Bustamante, en el cargo universitario desde el 29 de marzo de 2016, fue Notario 29 de la decimoprimera demarcación del estado de Veracruz, entidad de la cual también fue representante del gobierno –del ahora recluso–, Javier Duarte, ante el otrora Distrito Federal.
Manuel Martínez Justo, director de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, fue asesor del exedil de Tlalnepantla de Baz, Arturo Ugalde Meneses, un hombre cercano a Enrique Peña Nieto durante su gubernatura en el Estado de México.
En la Facultad de Estudios Superiores Aragón, el pasado 16 de enero renunció por cuestiones de salud –de manera oficial– el secretario administrativo, José Francisco Salgado Rico, quien fuera exfuncionario de la Procuraduría General de la República en el año 2000.
Se puede tildar a Salgado Rico de priísta, por ser uno de los cinco funcionarios del exprocurador Jorge Madrazo Cuéllar, investigados por el supuesto suicidio del oficial mayor, Juan Manuel Izábal Villicaña.
En enero, fuentes extraoficiales de la UNAM denunciaron a este reportero, que Salgado Rico fue cesado, en realidad, por el mal manejo de recursos durante su administración. Mario Solis agregó que se han presentado momentos que no se habían vivido desde la huelga que fue desarticulada por Juan Ramón de la Fuente con ayuda de la Policía Federal, en el año 2000.
Ahora tenemos como ejemplo la represión porríl del 3 de septiembre de 2018; la acción directa violenta por el bloque negro de manifestantes el pasado 14 de noviembre en rectoría, y la constante persecución a las organizaciones estudiantiles, con el cierre de cubículos en diversos planteles.
“Hoy en día no hay estabilidad y gran parte es la culpa de Graue, tal vez por incompetencia”, dijo Mario al criticar que incluso “la comunicación social de la UNAM es pésima” y “los protocolos de género que tal vez son buenos en papel, no se aplican a causa de un desconocimiento general por parte de funcionarios de la universidad”.