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Desde el sismo del 19-S está dañada; padres ya no saben a quién recurrir
Hace más de dos años que los alumnos de la Secundaria Número 269 Marcos Moshinsky, ubicada en la colonia Emiliano Zapata, alcaldía de Coyoacán, fueron desalojados de sus instalaciones, luego de que el sismo de 2017 afectara la estructura de la escuela que no han sido recuperadas ni por las autoridades de la demarcación.
Después de los sismos de ese año, la infraestructura educativa de la Ciudad de México, pública y privada, no estuvieron ajenos a percibir alguna afectación, tal es el caso de lo que sucedió en el Tec de Monterrey, plantel educativo en donde fallecieron cinco personas, y la escuela secundaria número 269 Marcos Moshinsky.
Pero el 28 de agosto del 2018, día que inició el ciclo escolar 2018-2019, los más de 500 alumnos fueron regresados a su casa, ya que al no contar con las condiciones de seguridad para poder desarrollar sus actividades, tuvieron que ser reubicados en instalaciones improvisadas en malas condiciones.
Desesperados, los padres de familia acudieron al Congreso de la Ciudad de México para solicitar a los diputados locales su intervención para que las autoridades resuelvan su problema. A través del diputado de Acción Nacional, Héctor Barrera, los papás de los alumnos pidieron el apoyo desde el año pasado, pero hasta la fecha han sido ignorados.
Ante esa situación, el diputado local pidió al secretario de Educación Pública del Gobierno federal, Esteban Moctezuma; al director general del Instituto Nacional de Infraestructura Educativa, Jorge Jiménez; y al a Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la capital, Rosaura Ruiz, su intervención para que se realicen las obras correspondientes a la rehabilitación de dicha escuela.
“Durante el ciclo escolar 2018-2019, que comenzó en agosto pasado, hemos tenido que trabajar en aulas prefabricadas donde se eleva considerablemente la temperatura y sin ventiladores, ya que no se tienen los recursos, además de que el plantel donde fuimos reubicados carece de espacio suficiente para más personas”, declaró a Diario BASTA el señor Juan Ramírez, padre de familia.
Los docentes, quienes solicitaron el anonimato por temor a represalias, señalaron que desde febrero pasado, cuando se realiza el periodo de preinscripción para alumnos de primer año, tuvimos una baja considerable de la demanda, pues los padres han expresado que prefieren cambiar de escuela a sus hijos antes que enviarlos a una donde deben usar baños móviles que sólo se limpian una vez a la semana.
“Es una falta de atención por parte de las autoridades que, a más de dos años de los sismos, no se haya hecho nada a esa escuela. Por eso le pedimos tanto a las autoridades federales como locales rehabilitar el espacio de más de 500 alumnos”, aseveró el legislador local.