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Los guardias de un Memorial de guerra en Australia empezaron a notar que las flores que eran dejadas por los familiares de un soldado, desaparecían sin razón aparente. Un misterio que resolvió rápidamente al averiguar al culpable del robo de amapolas: una paloma.
Normalmente vemos a estos animales hacer sus nidos con ramas o con plumitas, sin embargo, la “creatividad” de esta paloma y la ternura con la que se ve encima de su nido de amapolas, hizo que los guardias, además de dejarla en paz, decidieran subir las fotografías a las redes sociales.
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