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A casi un año de la administración de López Obrador, la Cuarta Transformación, esperada por millones de mexicanos, se va asomando; no es fácil, pues requiere de un gran esfuerzo y voluntad, además del amor que el Presidente tiene a México; más cuando recibió un país empobrecido, envuelto en la corrupción e impunidad.
Y es menester mencionar que esto no es responsabilidad de una persona, sino de toda la sociedad en general: del obrero, del estudiante, del ama de casa, del burócrata, del mediano y pequeño empresariado, en fin de todos quienes conformamos este gran país.
Mencionába la semana pasada los avances que hay en materia comercial, la importancia de que el Congreso de EU apruebe el T-MEC, que será de grandes bondades para ambos países, como señaló el jefe del E jecutivo..
Parece ser que ya está por concretarse, la reunión con legisladores de EU, la misiva que envió al Congreso de ese país, así como la coincidencia de ambas naciones en materia laboral, nos hace creer que así será.
Todo responderá a la política que el gobierno federal hace en beneficio de los trabajadores y no a imposiciones extranjeras, como muchos han señalado.
Y como ha sostenido “durante el nefasto periodo neoliberal el poder adquisitivo de los trabajadores se debilitó demasiado, ahora mi gobierno trabajará para recuperarlo”.
Otro rubro importante será el de acabar con el “huachicoleo fiscal” y que administraciones pasadas solaparon, logrando con ello que empresarios, bajo el tráfico de influencias, saquearan al país de forma impune. Mañana seguiremos arreando al elefante.
