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Raciel Pérez Cruz encabezó el cato solemne que contempló el izamiento de la bandera a media asta y un minuto de silencio
TLALNEPANTLA, MEX.- Con un acto solemne, que contempló el izamiento de la bandera a media asta y un minuto de silencio, el Gobierno de Tlalnepantla, que encabeza el edil Raciel Pérez Cruz, rememoró por primera vez en la historia de la demarcación, el Movimiento Estudiantil de 1968, en desagravio de la matanza de jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, el 2 de octubre de ese año.
El profesor del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente, Ismael Antonio Colmenares Maguregui, quien participó activamente en el movimiento estudiantil, destacó su importancia, ya que después de 51 años se sigue recordando como un hecho que marcó la historia de México.
Manifestó que en ese entonces, los jóvenes no podían salir a la calle con libertad, ya que en cualquier momento podría salir un granadero para agredirlos, por lo que los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional se unieron para exigir sus derechos; posteriormente se adhirió la Universidad Chapingo y algunas escuelas particulares, para formar el Consejo Nacional de Huelga, con 140 integrantes.
Indicó que los estudiantes buscaban que fueran eliminados los artículos 145 y 145 Bis del Código Penal Federal, que se referían al delito de disolución social y servía para acusar a los estudiantes que se reunieran en un número mayor de cinco personas, de conspirar contra el gobierno; además pedían la liberación de los presos políticos, entre otras demandas.
Señaló que el entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, manifestó que los estudiantes eran “estridentes y escandalosos, por lo que más de 300 mil personas realizaron la marcha del silencio, nadie habló, sólo llevábamos nuestras pancartas con las demandas, y ellos sintieron que estábamos cambiando al país”.
Colmenares Maguregui expresó que “el 18 de septiembre, el Gobierno dijo que habría un diálogo con los estudiantes, nos mandaron a los militares, hubo más presos políticos y el 30 de septiembre se entregan las instalaciones de la UNAM y del Politécnico, se vuelve a proponer otro diálogo”.
Detalló que el 2 de octubre hubo una manifestación pacífica, familias acompañaron a sus hijos, y las 6:14 de la tarde “una luz de bengala cruzó el cielo y empezó a caer el plomo por todos lados, creando un círculo para que nadie pudiera salir del lugar, ahí estuvo el crimen, murieron más de 300 personas, el Gobierno usó al ejército para acabar con este movimiento”, finalizó.