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CIUDAD DE MÉXICO.– El feminicidio de la calle Benito Juárez Manzana 28, Lote 3, en la colonia Malacates de Cuautepec, alcaldía Gustavo A. Madero, no sólo conmocionó a los habitantes de esa demarcación sino a los capitalinos en general, luego de conocerse que el expolicía José Francisco Lara, de 32 años, asesinó y descuartizó a su pareja en un ritual santero, ya que tanto él como la hoy occisa, Claudia Morales, de 28 años, lo practicaban.
Se conocieron en la Sector 53 de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, donde se desempeñaban como policías auxiliares; extrañamente ambos renunciaron a la corporación el pasado 31 de julio.
Cuenta el padre del feminicida, que aquel día, la pareja llegó a su casa y comenzaron a discutir, pues José la celaba. La pelea comenzó con agresiones verbales y amenazas de muerte, luego se escucharon golpes y minutos después un silencio sepulcral. Los vecinos que escucharon los gritos de dolor de la mujer pidieron auxilio al 911, pero la policía tardó más de dos horas en llegar.
La cama, la sala, y todas las paredes estaban llenas de sangre, pues José, como poseído por el demonio, acuchilló a Claudia y luego pacientemente la dejó que se desangrara, descuartizó su cuerpo y echó los restos en bolsas negras. Antes de la llegada de la policía, todavía se dio tiempo para escribir una carta en la que le profesaba su amor a su víctima.
La versión del ritual santero no se descarta, y como sacrificio hay que asesinar a una mujer y él optó por su amada. Así terminó las historia de un amor que mata.