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En la Ciudad de México, una cuarta parte de su población vive en Unidades Habitacionales. De cada 10 unidades habitacionales, dos ya rebasaron su vida útil y su nivel de deterioro es grave, por lo que en la Ley de Planeación del Desarrollo de la Ciudad de México, se incorporará la Gestión Integral de Riesgos y los Atlas de Riesgos de la Ciudad y de las Alcaldías como parte de los procesos de planeación e identificación de riesgos presentes y futuros a los que está expuesta la población de la Ciudad de México.
De acuerdo al Censo 2010 de la Procuraduría Social (PROSOC) existen más de 7 mil unidades habitacionales con más de 580 mil viviendas donde habitan más de 2 millones de personas.
Muchas de esas unidades habitacionales fueron construidas antes de los sismos de 1985 y de 2017, tal es el caso de la Unidades Miguel Alemán que fue edificada en 1947 y El Rosario, en Azcapotzalco en 1972.
Al respecto, la diputada de Morena Guadalupe Chavira dijo que uno de los objetivos de la Ley, es que la población y las autoridades cuenten con instrumentos científicos y técnicos que permitan las tomas de decisiones adecuadas, nos indiquen la disponibilidad o carencia de los recursos hídricos, las zonas susceptibles a inundaciones, las zonas de mayor vulnerabilidad sísmica, las reservas territoriales.
De igual forma, el suelo de conservación, las zonas de recarga de acuíferos, dónde sí y dónde no se debe construir o, en su caso, reforzar las construcciones y edificaciones existentes y todo esto mediante un sistema de datos abiertos.
“Vivimos en una ciudad vulnerable y propensa a ser afectada por fenómenos perturbadores de origen natural y antropogénicos, por lo tanto la ciudad deberá contar con un seguro para daños ocasionados por desastres como sismos e inundaciones”.