Visitas
Celso Piña, muy querido por el pueblo de su natal Monterrey, le dio la despedida, desfilando gente modesta para verlo por última vez frente a su féretro abierto, para llevarse en su mente la imagen del “Rebelde del Acordeón”.
Se abrió la capilla a todo tipo de público, que la visitó en orden, saludando a su viuda doña Juany Ortiz, que estuvo acompañada de su hermana y de su hija, que pese a su serenidad fue la más afectado por la muerte de su padre, a quien le dedicó sentidas palabras en un emotivo mensaje: “El cielo es el único lugar que te faltaba visitar y estás llegando”.
El cortejo fúnebre partirá rumbo al panteón del barrio de San Pedro, acompañado de familiares, amigos y artistas como: Julión Álvarez y La Trakalosa de Monterrey, que no solo lo apreciaban como músico, también reconocía su calidad humana y su perseverancia por al lucha en su propio Nuevo León, cuya gente no creía en él y lo hacían menos, hasta que demostró que “caminante se hace camino al andar” y él dejó un gran surco de sus pasos.