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Los chinos tiene fama de misteriosos, hubo un tiempo en la ciudad de México que los chinos que vivían en la calle de Dolores, en el centro de la ciudad, tenían casas de apuestas y fumaderos de opio, con decirles que todos los malandrines de la época eran asiduos a esas calles, iban para soñar con elefantes que vuelan y lagartijas doradas.
En Dolores vivían chinos, filipinos, coreanos y demás asiático, aquello era una calle llena de leyendas, nada se veía pero todo se sabía.
Pero un día en el año de 1960, en esa calle abrió un restaurante de comida china, estilo cantonesa, el lugar se llamó Shangai, se llamó porque hace un años el viejo restaurant cerró sus puertas. El Shangai tuvo éxito, de pronto los artista como Diego Rivera, Octavio Paz, Gabriel Figueroa iban a comer a ese lugar y en 1963 que surge otro restaurant el Hong King que hasta la fecha existe y luego otro, y poco la calle se fue poblando de restaurantes y los fumaderos de opio comenzaron a desaparecer, tardaron un poco más las casas de juego, pero la calle de Dolores se volvió ejemplar.
Al grado que prendió y ya se podía considerar un barrio chino, pequeño, pero ya era un barrio chino a toda ley.
