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El campo Fortuna Nacional, que se ubica en las inmediaciones de las comunidades de Colonia Belén, Burgos, Ranchería Belén, La Granja, Lerdo de Tejada y Playas Las Jiménez, ahora en poder de la empresa Proteus para la explotación, al haber ganado la licitación con la empresa Petróleos Mexicanos, se forma de una decena de pozos “taponados” o en des-uso por haber perdido presión natural, no porque estos estén ya sin posibilidad de ser nuevamente activados.
La red de pozos formó parte, desde 1949 y a la fecha, del campo Fortuna Nacional, y se encuentran 28 pozos, 18 taponados y 10 cerrados, muchos de los cuales se ubican en predios donde las viviendas los cubren, por lo que aunque ya muchos de los habitantes cuentan con documentos privados están en peligro latente.
Desde el arranque de la industria petrolera con la perforación del pozo Fortuna Nacional 1 en 1949, los habitantes recuerdan que ha habido fugas considerables, y ponen de manifiesto que existe peligro de salida accidental de gases o una explosión en los pozos taponados por algún movimiento sísmico, sostiene Mauricio Romero Vasconcelos, delegado de la colonia Belén, donde se tiene la mayor población asentada en el campo Fortuna Nacional
Para los habitantes, convivir con los pozos taponados les trae recuerdos, como lo reconoce Martín Cruz Martínez, quien recuerda las fugas del pozo Belén-1, así como los trabajos que desde 1955 con la exploración del Fortuna Nacional-11 y 11-A que llevó a colocar a Macuspana junto a Comalcalco con una aportación del 30 por ciento de gas seco.
Aunque con miedo, los habitantes de la ampliación Fortuna Nacional, y en la ranchería Belén, además de La Granja, indican que el crecimiento de la población irregular ha sido negocio de muchos vivales, ante la necesidad de un sitio donde vivir.