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Desde la insoportable levedad de ser oposición, el PAN capitalino se ha dado a la tarea de criticar la todavía incipiente respuesta del Gobierno capitalino a la acción de ladronzuelos y de serias redes de venta y distribución de drogas, trata de blancas, extorsión o secuestros.
Ser oposición es una posición cómoda, y aunque Acción Nacional aprovecha cualquier delito (como el saqueo de centenarios ocurrido en la Casa de Moneda), para pegarle al Gobierno de la Ciudad, los panistas también han propuesto algunas medidas drásticas e interesantes, como la cadena perpetua a delincuentes reincidentes, la Universidad de la Policía, o la desaparición de la “pena giratoria”.
El Gobierno en turno no la tiene fácil, pero se ve que algo está haciendo: patrullas nuevas en 13 alcaldías, la creación de 2 grupos de inteligencia en lugar de los granaderos, la estrategia de cuadrantes, y el anuncio de 18 mil 500 cámaras con visión de 360° en los postes y el implante de cámaras de videovigilancia y GPS al transporte concesionado, RTP y Trolebús.
La Ciudad apenas está atrancando la puerta que abrió con descaro la administración pasada a la delincuencia; el reto aún es poner cerrojos, como la aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana y las reformas al Código Penal.
…En esto no debería de haber detractores, ni colores partidistas.
