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Cunduacán, Tabasco
“Ya no me peguen, por piedad, se los suplico”, eran los gritos de un hombre que estaba “bañado” en sangre, y que era castigado severamente por un grupo de habitantes del ejido Monterrey. El tipo momentos antes había sido sorprendido robando.
Fue durante la noche del domingo cuando elementos de la Policía Municipal Preventiva fueron alertados que en el ejido Monterrey una turba de moradores estaba linchando en forma severa a un delincuente, dedicado al robo de motos.
De inmediato un grupo de gendarmes se desplazaron hasta el referido ejido, donde ubicaron a un grupo de habitantes que tenían rodeado a sujeto que mostraba lesiones y golpes, principalmente en la cabeza, además estaba “bañado” en sangre.
Los enardecidos pobladores señalaron que habían decidido someter a linchamiento a quien fue identificado como Alejandro “N”, de 33 años, ya que es una verdadera lacra que sólo se dedica a robar, saltar, y hasta lastimar a la gente de la comunidad.
Uno de los afectados narró que unas horas antes tuvo la necesidad de ir transitando por uno de los caminos de la localidad, donde en forma sorpresiva le salió al paso este malandrín, quien con garrote en mano le dio dos golpes en la espalda, haciéndolo rodar por el suelo.
Además, agregó que también había lesionado a otra persona con un pico de botella, por eso la gente ya se armó de valor y decidieron “cazarlo” y someterlo a linchamiento como escarmiento.