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Ciudad de México.– El terremoto que sufrió la isla de Haití el 12 de enero de 2010 fue un parteaguas para el país, y el deporte no quedó exento de los cambios a los que fueron sometidos desde su estructura.
Como todo proceso, los primeros pasos son complicados, y la selección caribeña fue eliminada rápidamente previo a Brasil 2014, pero para Rusia 2018 llegaron hasta la Fase de Grupos previa al Hexagonal final, en el que sucumbieron en un Sector complicado ante Costa Rica y Panamá, y en el que también estaba ubicado Jamaica.
En ese lapso se clasificaron a dos de tres Copas Oro, en 2017 no participaron, pues se toparon con una sorprendente Nicaragua que los dejó en el camino, aunque en la edición de 2015 llegaron a los Cuartos de Final, cayendo ante el Subcampeón, Jamaica, por la mínima diferencia.
El futuro para La Rojiazul luce brillante, pues en el pasado Premundial Sub 17 de la zona, superó a Honduras en los Cuartos de Final para obtener su boleto a la Copa del Mundo de la categoría que se realizará a finales de año en Brasil; además, cuenta con jugadores jóvenes que están llamando la atención en el Viejo Continente.
Su principal figura, Richelor Sprangers, milita en el NAC Breda de la Eredivisie; Arcus Carlens lo hace en el Auxerre de la Ligue 1, y el arquero Josue Duverger en el Vitoria Setubal de la Liga de Portugal, ninguno de ellos sobrepasa los 22 años, y buscarán, con Marc Collat en el timón, primero en la Copa Oro, imponer condiciones ante Bermudas y Nicaragua, y darle un susto a Costa Rica, para después aspirar a evocar la época de oro de Los Granaderos de los años 70.
