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El celular es la única pantalla que acompaña a los adolescentes las 24 horas del día, ya sea cuando están solos, con sus amigos o cuando comparten actividades en familia como la comida.
De acuerdo con una encuesta realizada por Motorola, cuatro de cada 10 jóvenes mexicanos de 10 a 19 años tienen el celular sobre la mesa mientras cenan en familia; la mitad de ellos lo coloca boca arriba y la otra mitad boca abajo, pero siempre sobre la mesa.
Además, según el estudio, las comidas en familia cuentan, para casi la mitad de los hogares, con el teléfono móvil como invitado de los más jóvenes.
Roxana Morduchowicz, doctora en comunicación, consultora de Unesco y autora del libro Ruidos en la web, señaló que las tecnologías tienen un papel fundamental en la dinámica familiar, ya que han modificado los temas de conversación, y porque es en torno a ellas que padres e hijos negocian, acuerdan y definen las nuevas reglas.
“La autonomía de los adolescentes en el siglo XXI aparece mucho antes de terminar una carrera universitaria, conseguir el primer trabajo o casarse. Internet les ofrece una independencia temprana”.
La especialista, citada por la empresa, dijo que cuando usan el celular los jóvenes sienten que están en un espacio que les es propio, en el que experimentan un nivel de libertad que hoy se inicia en la adolescencia.
