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Ciudad de México.– Sin duda alguna, le mejor lucha de la función de El Juicio Final fue la que protagonizaron el maestro Virus y El Pedro Infante de la Lucha Libre, Metálico, pues fue un encuentro de poder a poder en que ambos sacaron a relucir sus mejores golpes, lances, llaves y castigos que hicieron que el público asistente a La México Catedral se mantuviera al filo de la butaca.
Fue un encuentro de toma y daca en el que ninguno de los dos rudos cedía ante su rival, pues estaban en juego a una sola caída sus carreras.
La lucha comenzó con golpes y ataques de ambos rudos, con lances espectaculares hacia afuera del ring, para luego dar una cátedra los dos de lucha a ras de lona, en la que parecía que el maestro Virus llevaba ventaja, pero Metálico resistió fuertes castigos y contestó de la misma forma, por lo que parecía que podría llevarse la victoria.
Después de casi media hora de lucha, las cosas se tornaron dramáticas, pues no había nada claro sobre quién pudiera llevarse la batalla por el retiro, pero la experiencia y colmillo retorcido de Virus fue el que al final se impuso, pues atacó con un derribe desde la tercera cuerda a su rival y luego lo atrapó con una Motocicleta, lastimándolo de las piernas y brazos obligándolo a rendirse.
¡SE ACABÓ! Con una 🏍 Virus derrota al Metálico para terminar con su carrera en #ElJuicioFinalCMLL. pic.twitter.com/SzGk8ASwqK
— Lucha Libre Y Ya (@LuchaLibreYYa) June 1, 2019
De esta forma se terminaron 29 años de carrera de El Tigre Metálico, quien con lágrimas, entre aplausos y una lluvia de dinero que le arrojó el público, se despidió de los encordados.
ES DE HOMBRES LLORAR
Entrevistado por Grupo Cantón al final de la contienda, Metálico no paraba de llorar y con la voz entrecortada aseguró.
“Es de hombres llorar y saber llorar, y no lloro porque piensen que es un scream, porque mucha gente piensa que la lucha libre es falsa, pero eso no es cierto, si fuera falsa no me retiro. Hace cinco años cuando perdí mi máscara y no sabía qué iba a pasar, se cerraba en esos momentos un ciclo, una etapa, y ahorita en estos momentos se termina otra etapa y sé que Dios es muy grande y me va a dar la oportunidad de seguir adelante”.
Agregó que el verdadero luchador es aquel que sigue luchando a pesar de los golpes que le da la vida y él ha seguido luchando.
Here's Metálico's asai moonsault. #ElJuicioFinalCMLL #CMLL pic.twitter.com/M8VDYFYjlm
— Roy 🌱 (@narukiroy) June 1, 2019
“Cuando perdí mi máscara me reinventé y la gente me encontró un pequeño parecido con don Pedro Infante y, en base a eso me sentí muy halagado, me arriesgué a representar al Ídolo de Guamuchil y me dio resultado; de igual forma hace poco sentí que la fortuna estaba de mi lado y reté a Virus por la cabellera, pero él me la reviró y me apostó la carrera y creía que era tiempo de jugármela. Me sentí con la capacidad física y mental, tenía la certeza de salir adelante y triunfar, porque para ser grande te tienes que enfrentar a los grandes, entregué mi alma, mi vida y mi corazón, pero perdí; estoy lastimado, pero los dolores físicos no me importan, me importa haber defraudado a mi gente, a mi familia, a mi hijo”, explicó bañado en llanto.
Aseguró que, aunque perdió tiene palabra y se va de la lucha libre, pero lo único que lo conforta es que dejó todo arriba del ring.
“Nunca dejé de luchar por mis sueños, ahora hice historia y espero haber quedado en el recuerdo y el corazón de los aficionados, porque fue una función histórica, porque nunca en el CMLL se había dado una lucha por el retiro; ahora tengo que seguir adelante porque soy un hombre de palabra y voy a cumplir, me retiro de la lucha libre con el corazón destrozado, pero con la frente en alto de haber logrado mi sueño. Perdí con un grande, pero sé que me volví grande porque me retiré en la Arena México y me voy con el cariño del público, con su reconocimiento y el dinero que me arrojó”.
Finalmente, aseguró que no sabe a qué se va a dedicar y qué sorpresa le tenga deparado el destino, pero lo que sí sabe es que seguirá preparando a su hijo que es seleccionado nacional en Lucha Olímpica.