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En el ejercicio del periodismo político, siempre encontrarás personajes que en su afán de salir lo mejor librados de situaciones de corrupción en la que han incurrido, se dedican a repartir culpas y a los primeros que atacan son a quienes los han señalado.
En este espacio, seremos siempre críticos y objetivos, a pesar de amenazas y denostaciones personales. Dicen que los cobardes lo que harán siempre, será esconderse en el anonimato para sacar su frustración, lo anterior viene a colación, porque después de atender solicitudes de réplica del municipio de Atizapán de Zaragoza, las cuales contestamos puntualmente; este lunes se inició una campaña de desprestigio en redes sociales en contra de quien esto escribe, en este momento no señalo un culpable de los hechos, pero dejo claro que todo se dio a raíz de que hice públicas irregularidades en esa alcaldía.
Informo a nuestros lectores, que tomé la determinación de presentar la denuncia respectiva ante la Policía Cibernética en la Ciudad de México, con la finalidad de dar con los culpables de la difusión de dicho material y que respondan por los hechos, ya que alteraron facturas, información de impuestos y documentación oficial, además que estarán obligados a comprobar sus dichos.
Hago pública mi molestia e indignación, y quiero dejar constancia en este espacio, que llegaré hasta las últimas consecuencias y no permitiré que mi labor periodística sea puesta en duda por ningún actor político. Por lo que establezco el compromiso de dar a conocer en el momento que avancen las indagatorias, el nombre de quién está detrás de este atentado a la libertad de expresión.
