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Las condiciones de crisis que vive Petroleos Mexicanos (Pemex) están obligando a buscar recursos mediante el remate de bienes muebles e inmuebles.
El 22 de febrero, Pemex emitió cuatro licitaciones para desmantelar 310 kilómetros 153 metros de ductos inoperantes en Tabasco, Coahuila, Chiapas, Veracruz y Puebla, de los cuales se pretendía obtener una ganancia de 36.8 mdp; estas fueron canceladas un mes después ante al desinterés de empresas privadas, por las exigencias de la empresa.
Aunque en el documento de cancelación, Pemex no da a conocer las causas, fuentes al interior de la empresa confirmaron a Grupo Cantón que las compañías que mostraron interés argumentaron que no había garantías de ganancias, pues son ductos demasiado viejos en zonas de difícil acceso, donde la inversión para desenterrarlos sería mayor; Pemex ponía 120 días como plazo para retirar la tubería y el recorrido de verificación sólo de dos días, cuando la totalidad de los tramos a desenterrar rebasan los 300 km.
Respecto a la ubicación de los ductos enterrados, 82 kilómetros con 609 metros se ubican en Cárdenas, Tabasco; Agua Dulce, Veracruz y Reforma, Chiapas, donde la oferta son tres mdp. La segunda licitación es para desmantelar 178 kilómetros con 200 metros de ductos en Catalina, Puebla, con una oferta de 25 millones de pesos; asimismo, un tramo de 28 kilómetros con 397 metros de ductos en Coatzintla y Papantla, Veracruz y Venustiano Carranza, Puebla, con la oferta más barata, de 1.2 millones de pesos. Y un gasoducto de 20 kilómetros con 947 metros en Monclova, Coahuila, con una oferta de 7.6 millones de pesos.