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Esta semana inició la representación de “La pasión, muerte y resurrección de Cristo”, en Iztapalapa, con la escenificación del Domingo de ramos en la iglesia de San Lucas; sin embargo, los ocho barrios que componen el lugar esperan una afluencia de cerca de tres millones de feligreses. En exclusiva para GRUPO CANTÓN, el presidente del Comité Organizador, Juan Cañas, dio los detalles de todo este mega evento.
“La gente que viene en los cinco días se calcula que serán cerca de tres millones, tan solo de las personas que están en la procesión son tres mil, entre Cristo, María y los nazarenos. Yo tengo 49 años en Iztapalapa y he vivido muy de cerca esta Pasión. Vienen muchos grupos de extranjeros de Italia, España, América central, Israel, Marruecos y hasta de Medio Oriente”, platicó.
Juan compartió que los intérpretes de Cristo son personas especiales que entregan su alma, cambian su rutina por un tiempo y luego regresan a su vida cotidiana. Eso sí, cada uno se lleva su cruz (de 100 kilos) a su casa como recuerdo.
La cruz la hace el carpintero Ángel Juárez, a quien su padre le enseñó a hacerla desde hace años: “Cada uno de los Cristos se ocupa unos cuatros meses en esto y después vuelven a su vida normal. Trabajan y todo eso, sus patrones les dan permiso para que falten al trabajo. En esta ocasión el personaje de Cristo lo hará José Antonio Reyes y el de María es Alma Darinka Pineda”, dijo.
Además agregó acerca de El Cristo de este año: “Nosotros tenemos registro de Cristos desde 1928, desafortunadamente para atrás no sabemos quiénes hayan sido, porque en los inicios La Pasión se hacía con imágenes que sacaban de las iglesias, posteriormente ya se empezó a interpretar con niños, por la pureza de su alma, y más adelante ya con personas adultas”, relató. Iztapalapa vive una ferviente tradición ancestral:
“Ya son 176 años de la representación de Cristo ininterrumpidos, eso habla del esfuerzo y trabajo de mucha gente a lo largo de toda la historia, de generación en generación, nos mantenemos todavía vigentes y con la intención de enseñar a los más chicos”.
