Visitas
Ciudad de México.– Miguel Herrera festejó a lo Piojo, perdiendo las formas, sin importarle, como es su costumbre, que en las imágenes salieran a lucir sus rostros más chuscos.
Pero el Güero es así: desinhibido, irreverente, desparpajado, suelto, y después de ganar la 13 con el América, cualquier festejo era válido.
Las Águilas, en el Apertura 2018, disputaron la llamada Final soñada ante Cruz Azul; el uno y dos de la tabla general, con la revancha pendiente por aquel desenlace increíble y dramático del Clausura 2013, cuando Moisés Muñoz se colgó el mote del Portero del Milagro.
Sin embargo, para esta versión en busca del título, con La Máquina teniendo de su lado a Ricardo Peláez como director deportivo, y Pablo Aguilar como su jefe en la zaga, el escenario parecía inmejorable para que ésta terminara con el largo ayuno de 21 años sin campeonar.
El primer duelo celebrado en el Estadio Azteca, fungiendo los cremas como locales, fue uno para el olvido, y en el que los celestes se quedaron muy cerca de llevarse la ventaja. En el desenlace, la pizarra indicaba empate a nada (0-0), porque el poste no le permitió al forastero irse arriba en la llave.
Para la Vuelta, ya con los de La Noria siendo anfitriones en el Coloso de Santa Úrsula, pues para este semestre se mudaron al inmueble de la Calzada de Tlalpan, entendiendo ambos cuadros que era un compromiso a matar o morir, le pusieron más emoción a las acciones.
Ya en la radiografía, el cementero, que terminó como la mejor defensa del curso, se aferró a su fortaleza siempre esperando la contra matona para levantar el título, y la visita fue propositiva.
Los primeros 45 minutos terminaron como empezó la Serie, pero en la reanudación sólo pasaron 300 segundos para que la casa tuviera número.
Un héroe inesperado, quien incluso jugó lesionado, además canterano, Edson Álvarez, recibió el robo de balón de Oribe Peralta, y después de acomodarse empalmó con la de palo, la zurda, y mandó a guardar el balón lejos del alcance del portero José de Jesús Corona.
Edson, tan criticado porque muchas veces falla en la marca, por intentar una de más, o tal vez ser bastante atrabancado en algunas jugadas, desató la locura amarilla, y de pasó liberó a los fantasmas del de enfrente.
La respuesta del cuadro dirigido por Pedro Caixinha fue tibia, pues en la más clara Édgar Méndez intentó una de más y se perdió la opción, aunque para esos momentos los de Coapa se habían acercado al menos un par de veces al segundo.
Al 90’, justo en la agonía de la reposición, otra vez Álvarez estuvo atento para empalmar el rebote que resultó del remate de Cecilio Domínguez (0-2).
El América se convirtió en el Campeón del Apertura 2018, consiguió la 13 y se presume como el más ganador de México, valiéndose de la supremacía que de un tiempo para acá cimentó sobre Cruz Azul.
MATAGIGANTES
Después de una temporada en la que el Toluca terminó como superlíder, y el Santos cuarto, este par tuvo que definir al monarca del Clausura 2018.
Los Guerreros, que habían dejado en el camino a Tigres y el América, en Octavos y Cuartos de Final, respectivamente, llegaron al último tramo valedero a 180 minutos con la etiqueta de matagigantes; sin embargo, siempre como víctimas de los Diablos Rojos que, por su parte, habían dado cuenta del Morelia y los Xolos de Tijuana, en las mismas instancias.
Y el primer juego, celebrado en el Territorio Santos Modelo, trajo consigo el triunfo para los laguneros, 2-1.
Luis Quiñones puso al frente a los escarlatas, al 53’; sin embargo, Djaniny Tavares y Julio Furch consiguieron la remontada. Para el duelo definitorio, apenas al 9’, en el gol que prácticamente sentenció el gallardete, Furch apareció y venció a Alfredo Talavera.
Gabriel Hauche acercó al 81’, pero los de Hernán Cristante se quedaron cortos, dejando la corona en manos de un Santos que siempre mostró madera.