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Ciudad de México.– Agustín Zaragoza compitió en los Juegos Olímpicos realizados en nuestro país en 1968 en Peso Medio, a pesar de haber cimentado su carrera en el Welter y, superando la diferencia de tonelaje, se colgó la medalla de bronce.
El nacido en San Luis Potosí dio cuenta del jamaicano Dinsdale Wright, para después superar el checoslovaco Jan Heiduk que medía 1.91 metros y era el entonces Campeón europeo.
Sin embargo, el ruso Alexei Kiselev, poseedor de una poderos zurda cortó el camino del mexicano hacia la pelea por la medalla de oro al noquearlo en el primer asalto.
A pesar de esto, Zaragoza, en entrevista para Grupo Cantón, no olvida el haber visto ondear la bandera de México hace poco más de 50 años.
“Ese es un sentimiento indescriptible, ver tu bandera y escuchar el himno nacional es especial, porque uno lo hace por México”, refiere el expugilista, quien asegura que la crisis por la que pasa el boxeo amateur nacional, se debe a la ambición de los nuevos deportistas.
“Yo creo que lo que falta es un poquito más de enfoque en los mismos jóvenes, para que no se desdeñe más, en razón de la participación en eventos a nivel amateur y después de ahí, les encante seguir representando a México.
“Ellos, los jóvenes de ahora, lo que les interesa es irse al profesional, entonces hay muchos jóvenes que no tienen un fogueo bueno y están en el profesional, disputando una corona mundial, cuando ni siquiera tienen un acondicionamiento físico general bueno”.
Zaragoza Reyna está consciente de que los tiempos han cambiado, pero refiere que antes el amateurismo tenía otro peso
“A uno le gustaba participar en los campeonatos y representar a México para ir a nivel nacional, internacional, centroamericano, panamericano, olímpico, mundial, ir a eventos afrolatinoamericanos, latinoamericanos.
“Todos esos campeonatos que uno decía: ‘yo quiero aventarme ese, el otro o aquel’, ya uno se picaba en representar a México, pero con el único fin de lograr izar la bandera y hacer retumbar el himno nacional”.
Y, con pesar, el potosino lamenta que no exista ningún tipo de regulación por parte de la autoridades como de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) para evitar el éxodo prematuro de los boxeadores amateur hacia el profesionalismo.
“No se puede, porque aquí hay una libertad tal, que permite que hasta a jóvenes de 15 años los debuten en provincia y no está prohibido”, finaliza.