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Andrés Manuel López Obrador ya se mira el 1 de diciembre en el Zócalo de la Ciudad de México, recibiendo el bastón de mando de parte de los 68 pueblos indígenas que existen en el país. Un reconocimiento de autoridad de más de 15 millones de personas en México.
Faltan 21 días para que López Obrador sea ungido como Presidente Constitucional. Y ya avanzan los preparativos de ese día que habrá sesión solemne de toma de protesta; reunión diplomática y fiesta popular en el corazón del país.
El mandatario electo comienza a dar a conocer los primeros trazos sobre la celebración de ese día, a la cual están convocados más de 150 jefes de estado, primeros ministros, representantes de todas las naciones con las que México tiene relaciones diplomáticas.
En punto de las 11 de la mañana rendirá protesta ante el Pleno del Congreso de la Unión, como lo ordena el artículo 87 de la Constitución. Después, habrá de trasladarse a Palacio Nacional, donde sostendrá una comida con todos esos invitados especiales.
A las 4 de la tarde iniciará en la explanada del Zócalo un festival cultural y artístico. Un aviso: “Invito a todos los mexicanos, porque va a ser una fiesta. No es un cambio de Gobierno, es cambio de régimen”.
Una hora más tarde, va a subir al balcón principal de Palacio Nacional, el mismo donde se da año con año el Grito de Independencia. Va a dar un mensaje.
Al terminar su intervención, bajará a un templete instalado en la explanada del Zócalo. Ahí, los pueblos indígenas de México le van a entregar el bastón de mando.
Hecho muy relevante ¿Y qué significa? En primer lugar, es el reconocimiento de los grupos indígenas, un respaldo moral de alrededor de 15 millones de mexicanos, la población originaria de México, según reportes del INEGI.
En la tradición indígena, el bastón de mando se entrega en el primer minuto del nuevo día en que comienza a ejercer su autoridad. Sin embargo, por cuestiones de organización, no es posible que a esa hora se le dé a López Obrador.Por ello será en la tarde. El bastón es un símbolo de respeto a la aceptación del cargo y representa el buen gobierno de los pueblos y para los pueblos.
