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Fiesta blaugrana

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Barcelona, España.- Un baño, como se le dice en España, fue el que le dio el Barcelona a un Real Madrid que no es ya ni la sombra del Tricampeón de Europa, sin Zinedine Zidane en el banquillo y sin Cristiano Ronaldo en la cancha, el cuadro merengue se ha convertido en una alma en pena que sucumbió en suelo catalán por 5-1.

El conjunto culé pareció no extrañar a Lionel Messi, lesionado por una fractura en el radio del brazo izquierdo, como los hace el cuadro vikingo sin CR7, ahora con la Juventus.

SUPERIORIDAD

No pasaron ni 11 minutos para que los blaugranas se fueran arriba en el marcador en el Camp Nou; Ivan Rakitic mandó pase filtrado a Jordi Alba, quien llegó a línea final, para asistir la llegada de Philippe Coutinho, que sólo tuvo que dar el pase de gol para abrir el marcador.

El Arbitro Asistente de Video, tan de moda y sonado en la Liga MX hoy en día, hizo su aparición por vez primera vez en el Clásico español, cuando Raphael Varane, trabó a Luis Suárez dentro del área en un claro penalti, que el colegiado señaló hasta que fue auxiliado por el VAR.

El Pistolero, desde los once pasos fue certero y amplió la ventaja para los locales a la media hora de juego.

UNA MANITA

En el complemento, Marcelo Vieira, que fue de los mejores jugadores por la Casa Blanca apareció a los 50 minutos, para tomar un balón rechazado por Marc-André ter Stegen, a centro de Francisco Alarcón, para descontar los cartones, lo que a la postre sería el de la honra.

Luka Modric, tuvo el empate en sus pies, pero un disparo suyo fue a impactarse a la base del poste izquierdo de la cabaña anfitriona. A partir de entonces la portería de Thibaut Courtois se convirtió en un tiro al blanco.

Luis Suárez aprovechó un servicio de Sergi Roberto para rematar de cabeza y vencer al arquero belga con lo que colocó el 3-1 parcial.

Y fue el mismo delantero uruguayo que definió con clase ante la salida de Courtois, para su hattrick, en la conclusión de una jugada en la que Sergio Ramos se equivocó en la salida y perdió el balón con Sergi Roberto, quien habilitó a Suárez.

Todavía Arturo Vidal, quien en las últimas semanas ha pedido más minutos en el terreno de juego, selló la goleada, a tres minutos el final, al cabecear un centro de Ousmane Demebélé.

Con este resultado el futuro de Julen Lopetegui como técnico del Madrid pende de un hilo, pues una humillación como ésta es difícil de olvidar.

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