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Diputados del Grupo de Parlamentario de Morena organizaron el foro “Si me preguntan #YoPrefieroElLago ¿Y tú?, las consecuencias de construir el nuevo aeropuerto” en el que los legisladores y expertos coincidieron en que construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) implica afectaciones a una reserva ecológica del país y de los mexicanos.
La diputada Beatriz García Villegas (morena) añadió que por no haber tomado en cuenta a la gente, en muchas partes del mundo se han cancelado grandes obras públicas y de ingeniería.
La también secretaria de la Comisión de Desarrollo y Apoyo Social destacó que en estos tiempos donde “la coyuntura política e histórica nos obliga a tomar decisiones” ante la “decisión del 1 de julio de llevar a cabo la Cuarta Transformación que haremos en conjunto”.
Dijo que el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la ciudad de México tiene cubierta la parte técnica, pero no dice nada del impacto ambiental y social que tendrá, por lo que también valoró que en México haya libertad de expresión y aseguró que es sano analizar con fundamentos para decidir qué es lo que queremos para este país.
Por otro lado, su compañera de bancada María Elizabeth Millán García, aseguró que los diputados de morena dan “un no rotundo a la construcción del aeropuerto y un sí enfático a la reconstrucción del lago”, e invitó a los asistentes a decir “Sí a la consulta, no a la construcción del aeropuerto”, frente a un numeroso público, en el que se encontraba la legisladora también morenista Alicia Mercado Moreno y el coordinador del PES en la Legislatura, diputado Carlos Loman Delgado.
El primero de los expertos en tomar la palabra, Fernando Córdova Tapia, doctor en Ecología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que la disyuntiva no es si elegir aeropuerto en Texcoco o en Santa Lucía, sino que se trata de una cuestión de “fondo y de supervivencia”: ¿queremos aeropuerto o queremos agua?, y aseguró que es posible, y más importante, recuperar la vocación lacustre de la zona y aprovechar el agua para potabilizarla.
Dijo que a pesar de que se ha afirmado que el NAIM es un proyecto sustentable, lo desmiente el hecho de que su construcción implique el entubamiento de nueve ríos del oriente, la desecación del lago Nabor Carrillo, la pérdida de un vaso de regulación y la apertura de 180 minas para extraer materiales. Es, aseguró, un proyecto ecocida, término que se refiere a la destrucción extensa o la pérdida de ecosistemas de un territorio concreto.
Por otro lado, Juan José Reyes Rodríguez, doctor en Recursos Naturales por la Universidad de Míchigan, coincidió en ello y destacó que además de las pérdidas forestales y de especies de flora y fauna, habrá también pérdidas arqueológicas y agregó que ya se presentan hundimientos del suelo, agrietamientos y la pérdida de cerros completos, por la sobreexplotación minera que ha generado grandes socavones que los mismos constructores llenan con materiales tóxicos que afectarán los mantos acuíferos.
El megaproyecto incluye una nueva ciudad, la aerotrópolis, que en su etapa inicial abarcaría 300 mil metros cuadrados y que, eventualmente, podrá llegar a tener seis millones de habitantes que demandarán agua, servicios públicos y más infraestructura.
También participó Marco Juan Antonio Ramírez Flores, posgraduado en geotécnica con enfoque en hidráulica por la Escuela Superior de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Cataluña, propuso incluir, como una alternativa a la construcción del aeropuerto en Texcoco mejorar las condiciones del aeropuerto Benito Juárez, habilitar las dos pistas de Santa Lucía y desarrollar un sistema de trenes de media velocidad “Estación Orión”, de largo recorrido para conectar a las ciudades del interior del país para el que se aprovechar vías férreas hoy sin utilizar.
Explicó que un proyecto así es eficiente, funcional y compatible con el medio ambiente, y aseguró que este es un momento de transformación en el país no solamente política.
En el espacio de preguntas y respuestas, los asistentes denunciaron presuntos abusos y despojos cometidos durante la realización de este tipo de proyectos, y dijeron que ni la construcción del aeropuerto ni la implementación de trenes beneficia a personas de escasos recursos.