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Cada nueva administración presidencial las dependencias públicas sufren de transformaciones, algunas de ellas para ampliar sus facultades, otras para asumir las de entidades desparecidas y otras para cambiar sus nombres o siglas.
Así, en el pasado existieron secretarías como la de la Presidencia, Contraloría de la Federación, Programación y Presupuesto, Reforma Agraria, Bienes Nacionales, Patrimonio, Asentamientos Humanos y muchas más que desaparecieron, sin dejar huella profunda.
El gobierno entrante no podía ser la excepción y ya saltan nuevos nombres y tareas novedosas para el futuro de algunos servidores públicos.
Una de las secretarías novedosas será la de Gobernación, a la que se le agregará el apelativo de Justicia, para quedar pomposamente como la Secretaría de Gobernación y Justicia, aunque todavía no se aclara si lo segundo tendría alguna relación, asumiendo funciones que hoy corresponden a la PGR, dependencia que tiene las horas contadas. En el caso de la PGR, será sustituida por una Fiscalía General de la Nación, la que, eventualmente, será autónoma e independiente. La secretaría de Desarrollo Social transformará su nombre, para adoptar el de secretaría del Bienestar, en tanto que BANSEFI que antes fue Bonos del Ahorro Nacional, cambiará para ser el Banco del Bienestar.
Tres entidades están consideradas para fusionarse en una sola: BANCOMEXT, BANOBRAS y Sociedad Hipotecaria Federal.
