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HACE UN PAR DE DÍAS, el columnista Salvador García Soto, en El Universal, destapó lo que era un secreto a voces: el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, “iniciaron los trámites de divorcio para finalizar su matrimonio”.
Lo que inició con un noviazgo de dos años y una boda en noviembre de 2010, estaría a punto de terminar. Ya hay señales: algunos videos donde la pareja se muestra enojada, se viralizaron, así como los viajes recientes que la exactriz ha hecho solo con sus hijas.
El 25 de septiembre, Peña Nieto acudió a Nueva York, para participar en la 73 Asamblea General de la ONU, y ahí, se hizo evidente que ya no usaba argolla matrimonial.
Apenas el 2 de octubre, el Presidente viajó a Guanajuato, para inaugurar la ampliación del aeropuerto local, y nuevamente dio de qué hablar. Al regreso, ya el hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Enrique Peña Nieto bajó del avión con una mujer rubia al lado.
“Pero al darse cuenta que había reporteros observándolos, ella retrocedió y subió de nuevo al avión a través del gusano. Mientras tanto, Peña Nieto subió rápidamente al helicóptero que ya lo esperaba a unos metros del TP- 02”, asegura a Grupo Cantón una persona que presenció los hechos.
“Una vez que el Presidente subió al helicóptero, la misma mujer rubia bajó del avión, ahora acompañada de Gerardo Ruiz Esparza (secretario de Comunicaciones y Transportes), quien la acompañó al pie de mismo helicóptero, donde ya estaba abordo Peña Nieto, Jorge Corona (secretario particular de EPN) y el general Roberto Miranda (jefe del Estado Mayor Presidencial)”.
El helicóptero despegó con el Presidente y la mujer rubia, quien físicamente es descrita como atractiva y muy parecida a Angélica Rivera.
