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CIUDAD DE MÉXICO.- Estos Pumas sufrieron de un trastorno maníaco- depresivo en el partido que empataron 2-2 con el Puebla en duelo correspondiente a la Jornada 11 del Apertura 2018 en el Estadio Olímpico Universitario.
Y es que no hay otra forma de diagnosticar a una escuadra que pasó de la brillantez a la apatía, en tan sólo 90 minutos.
PUMA FELIZ
A cinco minutos de iniciado el encuentro, un cobro de castigo por parte de Víctor Malcorra, fue rematado con la cabeza de manera contundente por Alan Mendoza. El juvenil se alzó sobre la marca poblana para meter el testarazo que abrió el marcador en el encuentro.
Los universitarios, alentados por la ventaja, manejaron mejor el balón y fue entonces, que en una jugada prefabricada desde el banderín de la esquina, Luis Fernando Quintana recibió un esférico dentro del área rival, y cuando disponía a darse la media vuelta, fue impactado por un hachazo digno de un leñador, por parte de Lucas Cavallini y su inexperiencia en labores defensivas, situación que fue sancionada con un penalti por parte de Eduardo Galván Basurto, árbitro del compromiso.
Cuando Felipe Mora ejecutó la pena máxima, Vikonis voló cuan largo es, para desviar el balón; sin embargo, la nunca mejor llamada caprichosa, se estrelló en el poste para después ir en dirección del atacante chileno, que en su segunda oportunidad no falló, y cómo hacerlo sin rival de por medio, para ampliar la ventaja puma.
A 10 minutos del entretiempo, Carlos González tuvo en sus pies la oportunidad de sentenciar el encuentro. El guaraní encaró mano a mano a Nicolás Vikonis, quien salió de manera oportuna para desviar con la mano izquierda el balón.
En los últimos momentos de la primera mitad, el conjunto dirigido por David Patiño comenzó a dar síntomas de su trastorno bipolar y mostró su faceta depresiva.
La Franja estuvo cerca de descontar, pero Christian Tabó mandó al poste un potente disparo que sacó desde la medialuna.
Jorge Espericueta envió otro aviso con un balón que se fue por arriba del travesaño de la cabaña de Alfredo Saldívar.
PUMA TRISTE
En el complemento se consumó la depresión auriazul, que no dejó de tener algunas oportunidades, con un disparo de Pablo Barrera; una tijera dentro del área de Carlos González, que se fue por encima de la portería, pero nada más.
En cambio, los de la Angelópolis se convirtieron en los amos y señores del choque, los ingresos al terreno de juego de Francisco Torres, pero sobre todo de Francisco Acuña, le dieron otra dimensión al ataque visitante.
Fue el propio Acuña, quien encontró un balón en tres cuartos de cancha, y ante la pegajosa marca de Pablo Jáquez, alcanzó a sacar un disparo, que fue desviado por Saldívar con las piernas.
“Tenemos que analizar, desde el punto de vista colectivo, para ver qué se hizo y también individual para otorgar esa responsabilidad a los errores puntuales que cometimos”
DAVID PATIÑO TÉCNICO DE PUMAS
Después de una pared larga, Christian Tabó se internó en el área para mandar un servicio atrasado que no alcanzó destinatario, pero que sí provocó una serie de imprecisiones, mismas, que fueron aprovechadas por Lucas Cavallini para colocar el primero del Puebla, con una media vuelta certera a centímetros de la línea de gol.
Los muchachos de Enrique Meza, voluntariosos, más que talentosos, continuaron con el acecho sobre El Pollo Saldívar.
Y a 10 minutos del final, una combinación entre Tabó y Acuña, permitió a éste último internarse en el área para intentar conectar de nuevo con el delantero uruguayo, pero en su lugar encontró la pierna de Alan Mendoza, que sin querer, mandó a guardar el balón al fondo de su propia meta.
Con los cartones igualados y en medio de un sonoro abucheo de su propia afición, se despidieron de la cancha de Ciudad Universitaria, unos Pumas bipolares.
ENSEÑAN LOS DIENTES
Lobos de la BUAP consiguió su tercera victoria del torneo, segunda consecutiva, tras vencer como locales al Morelia por 3-1. Doblete de Leonardo Ramos, uno más de Mauro Lainez, así como el descuento de Carlos Ferreira, por los michoacanos, le dieron forma al marcador