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Ciudad de México.– Los Tampa Bay Buccaneers cumplieron en 2017, 10 años de su última participación en los Playoffs, y no lo hicieron de la mejor manera, pues terminaron en el sótano de la División Sur de la Conferencia Nacional con apenas cinco triunfos contra 11 derrotas.
Además, en seis de las últimas siete campañas, han terminado precisamente en ese último sitio de su pelotón.
Para esta temporada, los Bucaneros no contarán en las primeras tres Semanas con su quarterback titular, Jameis Winston, suspendido sin paga por violar la política de conducta personal de la NFL, por un incidente inapropiado con una conductora de UBER.
Ryan Fitzpatrick será quien tome los controles de los Bucs ante la ausencia de Winston, algo que no le es ajeno, pues cuando el joven mariscal de campo se lesionó, éste mismo completó más de mil 100 yardas con siete touchdowns en tres encuentros.
Los corsarios perdieron a su corredor estrella Doug Martin, quien arribó a los Raiders de Oakland, después de conseguir cuatro mil 633 yardas en seis campañas, por lo que las esperanzas están puestas en las piernas del novato de USC, Ronald Jones II, que consiguió mil 82 yardas en 2016 en 177 acarreos.
Ante este escenario, la que fue la peor defensiva de la Liga el año pasado, debe mejorar sustancialmente para aspirar a dar pelea en una División sumamente compleja.
Por ello la dirigencia decidió reforzar la zaga con las alas defensivas, Jason Pierre-Paul, cazacabezas por excelencia, y a Vinny Curly; así mismo seleccionaron en la Primera Ronda del Draft al tacle de la universidad de Washington, Vita Vea, quien acumuló 99 derribos totales, 65 de ellos en solitario y 15 detrás de la línea de golpeo, así como nueve capturas y media en su carrera colegial, por lo que se espera pueda ser el complemento ideal en el centro de la estrella Gerald McCoy.