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DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA
El fracaso de la administración de Miguel Ángel Yunes se encuentra a la vista de todos. Es, tal vez, la peor experiencia que puede tener un gobernante, al que se le acumula todo, al final de su breve período gubernamental.
La situación de Veracruz es tan grave y cuestionable que un importante grupo de empresarios del estado decidieron instalar un reloj que vaya descontando los días, horas y minutos del término de su gestión. Otro grupo de ellos, invita a los habitantes que quieran participar en una fiesta popular, con tamaliza incluida, la noche en que terminan los dos años de un gobierno inusual como fue el de Yunes padre.
Y es que para Yunes Linares, el cielo se le vino encima en un santiamén, sin que pudiese meter siquiera las manos para protegerse. Los empresarios le exigen el pago de sus facturas y le hicieron un plantón en pleno Palacio de Gobierno, para el que usó la fuerza pública en su desalojo. Su hijo Miguel Ángel, perdió la contienda por el gobierno del estado y con ello la oportunidad de que padre e hijo hicieran la primera entrega recepción de gobierno de ese tipo.
Los dos años de gobierno mostraron su incapacidad para gobernar. En la acumulación de preocupaciones para Miguel Ángel padre, Elba Esther Gordillo, su ex protectora y ahora adversaria política salió de la cárcel y buscará cobrar las cuentas pendientes, de quien la acusó públicamente de exigirle 20 millones de pesos mensuales del erario. Para colmo de males, Javier Duarte, a quien denunció judicialmente el propio Yunes podría salir de la cárcel y enfrentar en libertad su juicio. La realidad superó a la imaginación de Yunes Linares, quien pensó construir un maximato en Veracruz, con su gobierno, seguido de su hijo Miguel Ángel y Fernando, después, pero todo se desmoronó en un instante y ahora hasta puede seguir la suerte de su odiado Javier Duarte.
