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Ciudad de México.– En cualquier ámbito de la vida existen los ídolos, aquellas personas que por su destacado accionar en sus respectivas disciplinas, levantan la admiración de la población a tal grado de crear un vínculo afectivo que rebasa incluso la lógica.
Lógica que nos dice que es difícil que una señora de la tercera edad se compre un póster con la figura de La Parka, y espere más de una hora por ver pasar a su luchador favorito para pedirle una foto y un autógrafo.
Lógica que nos indica que a las niñas no les gusta un deporte tan violento como el de la lucha libre, pero son las primeras que corren toda una cuadra para buscar el autógrafo de Psycho Clown.
Tanto una experimentada Huesuda como un joven como el Totalmente Payaso, fueron abordados por cientos de aficionados que, al reconocerlos, no dudaron en solicitarles un autógrafo. El lienzo no importaba, podía ser la playera, un cuaderno, un álbum, una máscara o incluso el póster con la imagen de otro luchador, lo que importa es tener la estampa gráfica del ídolo, si es posible hasta la foto.
“Muy contento, no importa lo que pase, hay que convivir con ellos, venimos con todo y agradezco su apoyo, venga cansado, con sueño, eso no importa”, revela Psycho Clown en entrevista para Grupo Cantón, en la que agrega que tiene una dolencia en la rodilla, aunque eso no lo limitará en la batalla donde expondrá su máscara en la lucha estelar de Triplemanía XXVI en el llamado Póker de Ases, junto a El Hijo del Fantasma, L.A. Park y Pentagón Jr.
Ninguno de los estetas se limitó en las complacencias, todos merecen el mismo trato, gesto que les hace ganar aún más adeptos entre sus fieles, aunque esto signifique atrasarse por varias cuadras en la Calzada Guadalupe de la comitiva de la AAA, que peregrinó, como cada año, previo a la celebración de su magna función con rumbo a la Basílica de Guadalupe.
Por su parte, La Parka, con ese humor que lo caracteriza, dice que el cariño de la gente lo hace sentir “un poco cansado”, para después soltar una risa, dado el tiempo que caminó de más por las peticiones de los aficionados.
Aunque el luchador emblema de la compañía luchística niega sentirse ídolo, pues “eso sólo lo dice la gente”, misma que no lo dejó solo ni un instante hasta su arribo a La Villa.
El templo mariano fue el destino que recibió al talento y directiva de la AAA, encabezado por la licenciada Marisela Peña, presidente de la compañía, y por Dorian Roldán, director general, para dar gracias y homenajear a su fundador, el licenciado Joaquín Roldan, fallecido el 8 de abril de 2017.