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Esfumó hoteles, ranchos, tiendas, plataformas…

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CIUDAD DE MÉXICO.– “Le pedimos al gobierno federal entrante que se revisen las demandas interpuestas en contra de Carlos Antonio Romero Deschamps, así como su presunta toma de nota ilegal, y si se comprueban todos los delitos por los que está señalado, que pague por ellos”, solicita Raúl Romero Maldonado, dirigente del Frente Nacionalista Petrolero.

En entrevista con Grupo Cantón, el disidente anota que su lucha contra el todavía secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) inició desde 1992, cuando Carlos Antonio Romero Deschamps asumió el poder del mismo, en donde se ha reelegido –de manera ilegal– en cinco ocasiones, y desde donde ha amasado una fortuna incalculable.

Lejos quedó aquel humilde empleado que a duras penas consiguió una plaza en Petróleos Mexicanos, en la refinería 18 de Marzo, donde para completar el gasto vendía huevo y queso entre sus compañeros.

Desde 1992, es el amo y señor del sindicato petrolero y ha sido amigo de los presidentes en turno, quienes de alguna manera le han permitido desviar una verdadera millonada de la cual ya se perdió la cuenta por cuantiosa.

“Desde que Carlos Romero Deschamps ingresó al STPRM empezó a ascender, y no precisamente por sus capacidades, pues sus buenos oficios como soplón le permitieron ascender al primer círculo del entonces líder del sindicato, Joaquín Hernández Galicia, La Quina”, rememora Romero Maldonado, quien apunta que así, a punta de traiciones y no capacidades, logró colocarse y quedar al frente de los petroleros sindicalizados.

Y a través de los años, desde 1992, Romero Deschamps ha ido acumulando demandas y denuncias, pero ninguna ha prosperado por su cercanía con el poder, y por el fuero que ha obtenido como legislador. Esta es una de ellas, la más reciente y sólida, donde se enumeran una serie de hechos que pueden ser constitutivos de delitos.

LA DENUNCIA…

Grupo Cantón obtuvo una copia de la querella-denuncia de hechos que presentaron Raúl Romero Maldonado, José Vega Barragán, y otros socios sindicales, ante la Procuraduría General de la República, el 15 de marzo de este año.

El documento de marras enumera ocho puntos medulares, en los cuales centran su denuncia. Estos son: “1. Violación sistemática a nuestra ley interna, falta de rendición de cuentas y desaparición de logros sindicales; 2. Violación a los derechos humanos fundamentales, por no acatar lo que señalan los estatutos sindicales, leyes y contratos colectivos de trabajo; 3. (Cancelación del) Fideicomiso para prevenir jubilaciones y vivienda (FICOLAVI); 4. (Cancelación del fideicomiso) Fondo Laboral Petrolero (FOLAPE)”.

Además: “6. Violación del contrato colectivo por la empresa al no brindar buena atención médica; 7. Fraude por incumplimiento de una obligación, y 8. Conflicto de interés; lavado de dinero; fraude por incumplimiento de una obligación; lavado de dinero; peculado; perjurio; prevaricato y los que resulten”.

Y sobre este último punto, el documento ahonda que, hasta 1993, existían negocios sindicales como ranchos, granjas, hoteles, centros recreativos, tiendas de consumo, bodegas en la Central de Abasto de la Ciudad de México, plataformas marinas para perforación, entre otros, pero cuando llegó Carlos Romero Deschamps al frente del STPRM, “todos estos negocios fueron desaparecidos, sin tomar en cuenta que para estos casos, se debía convocar a asamblea general de socios, lo que no se llevó a cabo y sin que hasta la fecha conozcamos los motivos reales, inclusive si fueron vendidos; no sabemos el monto del patrimonio sindical que se extinguió”.

La demanda es rica en detalles de las anomalías cometidas en agravio de miles de trabajadores petroleros, como en el área de salud, donde los afiliados pasan penurias al no ejercerse los recursos para ello.

“Los médicos del patrón no pueden dictaminar los tratamientos adecuados por falta de instrumental, servicios deficientes de estudios radiológicos, de análisis clínicos para atención en el área de urgencias por falta de medicamentos e implementos necesarios en la atención a los pacientes”, se lee.

Y los delitos continúan…

Deschamps busca apoyos a la mala en el sindicato

Desde hace días, circulan desplegados de las 36 secciones del STPRM, así como correos electrónicos y órdenes de viva voz, donde exigen a los trabajadores afiliados que firmen un documento donde presuntamente están invitando a participar en una asamblea general extraordinaria.

Sin embargo, trabajadores disidentes alertan que en realidad esos documentos son para “apoyar a Carlos Romero Deschamps en su intentona por no ser destituido como secretario general del sindicato, ante el temor que siente por la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República”.

Los mismos trabajadores refieren que no sólo Romero Deschamps está preocupado, sino que también los 36 secretarios seccionales se encuentran en las mismas circunstancias, “pues quieren cubrirse las espaldas y reelegirse, para tapar todas sus trapacerías y no ir a la cárcel por los desvíos millonarios”, apunta Francisco González, de la Sección 43 del STPRM, ubicada en la colonia Industrial Vallejo, en la CDMX.

Y en una estrategia desesperada, Romero Deschamps y sus 36 secretarios seccionales, empezaron una campaña para dotar de credenciales de socios activos a los trabajadores sindicalizados, como una manera de cubrirse las espaldas con el argumento falaz de que todo el gremio está con ellos.

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