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CIUDAD DE MÉXICO.– Que Pedro Infante murió en 2013. Periodistas cercan el Jetta blanco y hasta un camarógrafo se sube al cofre. Cuauhtémoc Blanco recibe un descontón con un micrófono. Un altar de protección. Un hombre que mete medio cuerpo por la ventana del auto. Frustan asalto y detienen a uno en la mera esquina de las oficinas. Instalan puestos en el piso para vender productos de Morena.
Estos son sólo algunos de los incidentes que ocurren frente a la llamada “esquina del poder”, la casa de Chihuahua 216, en la colonia Roma, de la Ciudad de México. Ahí están las oficinas de transición del tabasqueño.
Pero el sábado anterior, algo ya alarmante: “advertencias” al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Un fanático religioso gritoneaba en las oficinas. “Habrá castigos si continúa trabajando los sábados”, porque “es el día del señor”.
Y cuando el tabasqueño se retiraba, el fanático religioso intentó acercarse a la ventanilla del vehículo, pero fue frenado por un simpatizante del presidente electo. El defensor cayó al piso junto con el otro. Sí, como ha dicho López Obrador, la gente lo protege.
Acaso han sido la mayoría incidentes menores, salvo el del sábado, por los gritos de “advertencias” de castigos divinos.
Este domingo, fue de tranquilidad en la “esquina del poder”. López Obrador no asistió. Pero sí trabajó. De acuerdo con lo que posteó en su cuenta de Twitter, conversó con Ricardo Monreal Ávila, senador electo y probable coordinador de Morena en esa instancia legislativa.