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Ciudad de México.– Hablar de los Acereros es hacerlo de tradición en la NFL y en México, pues junto a los Dallas Cowboys y los Miami Dolphins, son de los equipos con más arraigo de este lado del charco.
La nación negra y amarillo, tan global como consentida, comenzará una nueva temporada en la que inevitablemente se le tiene que colocar en el renglón de favorita para llegar al Super Bowl LIII, a disputarse en la Mercedes Benz Arena, casa de los Atlanta Falcons.
Aun cuando han sido cuatro años infructuosos de los Pittsburgh Steelers, pues parece increíble que la tripleta Big Ben-Antonio Brown-Le’Veon Bell no haya ganado algún anillo en ese lapso, o al menos llegar al Juego Grande, no se les puede descartar, precisamente por tener a estos tipos de tanto calibre en sus filas.
Sin duda, haciendo una analogía de que son los mejores línea por línea, o libra por libra, al menos en esta Conferencia Americana (AFC), al final siempre fueron incapaces de derrotar a los New England Patriots, que se han convertido en su auténtico némesis o pesadilla.
Es cierto que han estado ahí, en el sitio de los que aspiran a todo, pero también lo es que fallaron a la hora buena y, tomando en cuenta lo anterior, no han podido escaparse del fracaso.
Y otra vez los reflectores apuntarán al entrenador en jefe, Mike Tomlin, quien para muchos expertos y analistas, es el que ha dado al traste en las campañas recientes, tomando decisiones absurdas y en detrimento de la misma organización.
La eterna Cortina de Acero tendrá uno de los ataques más explosivos de la NFL, pero será su defensa la que marque sus opciones reales.
Serán los Campeones del Norte en la AFC, pues a excepción de los Baltimore Ravens, que suelen plantarles cara, los Cleveland Browns y los Cincinnati Bengals, no serán rivales de cuidado. Son un serio aspirante al título. Habrá que esperar.