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El día estuvo nublado, gris, triste; el ambiente tenso, pesado, una estrella se había apagado en la tierra para brillar en el cielo.
Edith González falleció este jueves y su familia junto con el ambiente artístico y el público en general, lloraron por tal acontecimiento. Edith falleció en un hospital de Interlomas, en la Ciudad de México, ahí la desconectaron para liberarla y dejarla descansar. Su cuerpo permaneció en el nosocomio hasta el medio día del jueves. Pasadas las dos de la tarde, llegó al Panteón Francés custodiada de las personas que más la quisieron, su esposo Lorenzo Lazo y su hija Constanza Creel, quienes llegaron en una misma camioneta sin hablar con los reporteros que se encontraban ahí presentes.
Seguida de esa camioneta, llegó otra con Santiago Creel adentro, quien tampoco quiso hablar con los medios de comunicación; sin embargo, transcurrió que el político mexicano y padre de Constanza, estuvo presente en todos los trámites del hospital, incluso se dice que la actriz estuvo conectada hasta que Creel llegó para despedirse de ella.
Decenas de arreglos florales llegaron al panteón, todos para adornar esta ausencia, para dibujar una sonrisa en medio de la tristeza que embargaba a los allegados de la actriz. Familiares y amigos le dieron el último adiós, le dijeron hasta luego a una de las guerreras más incansables en la lucha contra el cáncer.
