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Armadas con taladro, flexómetro, aluminio, tijeras, tablaroca y tornillos, mujeres migrantes en retorno se capacitan en el oficio de la albañilería en la capital mexicana.
Más de una decena de mexicanas que regresaron por voluntad propia desde Estados Unidos o que fueron deportadas, participan en el curso “Empoderamiento de la mujer migrante, a partir del fortalecimiento de sus habilidades empresariales”.
En el primer módulo aprendieron la elaboración e instalación de paneles de yeso que consiste en un proceso de cortar, armar, pegar, cubrir con pasta y por último lijar para darle un acabado perfectamente pulido.
Luego de conocer los diferentes tipos de pisos como loseta, cantera, laja, barro, mármol, porcelanato o piedra de río para fachadas, cuáles son los adhesivos adecuados, así como el material de anclaje, las asistentes procedieron a hacer los cortes necesarios para instalar su primer piso.
Una de las participantes, Teresa Ruiz, sólo resistió seis meses fuera del país y decidió retornar a la Ciudad de México. “No me gustó estar en el otro lado”. Teresa agradeció a la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (SEDEREC) por la capacitación.
“Me costó mucho trabajo encontrar dónde se diera este tipo de talleres, que son para hombres, pero aquí nos aceptaron. Me ayudará para arreglar mi casa y voy a enseñar lo aprendido a mis hermanas, que son madres solteras, para que podamos poner un negocio”, comentó Teresa.
En el caso de Mercedes San Vicente, la mala salud de sus padres que son adultos mayores la obligó a regresar a la CDMX, luego de dos años en Estados Unidos.Quiso entrar en este taller con la intención de generar ingresos “porque aunque el trabajo es pesado es bien remunerado. También podré arreglar mi casa de manera económica, sin necesidad de contratar a extraños”.
