Visitas
El lugar es famoso y hasta boxeadores recibe, es un clásico para los sibaritas
RAMIRO tiene más de cuarenta años de hacer los mejores tacos de tripa y de hígado en Tepito, es un clásico para los sibaritas del Centro Histórico y visita obligada de la gente que va a comprar al barrio, pues pasan a su negocio como si fueran a la pila de agua bendita de su iglesia favorita.
Es chaparrito pero picoso, dice que sus tacos tienen seguro médico y dura hasta que llegan a su casa, después él no se hace responsable, suelta la carcajada por la broma. De niño aprendió a boxear, el barrio es bravo, lo agarraban de barco, y después de las lecciones les aguantaba diez rounds aunque siguiera perdiendo pero les daba sus moquetes.
La carne con que hace sus tacos la encarga al estado de Tamaulipas, mientras vemos cómo las tripas se fríen y van cambiando su color hasta alcanzar un doradito que indica que están como chicharroncitos, se comen con una salsa roja o verde que les da más sabor. Las mesas del lugar están ocupadas en su mayoría por familias o parejas que andan en veremos, casi todos llevan bolsas de plástico grandes, de color negro, llegan de los municipios conurbados o de colonias populares, aunque hay uno que otro estudiante de sociología.
También hay tacos de cecina enchilada, pero los que más sabrosos me saben son los de hígado encebollado; los trozos son carnosos y tienen ese sabor del buen hígado, maridado con la cebolla, y freídos en su punto, eso sí excuso decirle que aquí la gente no se come uno o dos o tres tacos, van de seis para arriba, y la mayoría los acompaña con cerveza de las fuertes, coca cola o café.
Ramiro canta boleros clásicos como Tus ojos me enseñaron lo que es ternura… o Como un rayito de luna, y a la gente le gusta su estilo con voz entonada, y al dejar de cantar nos cuenta que antes por aquí llegaban a comer tacos boxeadores y gente famosos como José Medel y a veces Rubén Olivares, Mantequilla Nápoles o el Flaco Guzmán, bueno, hasta cuando fue candidato Ricardo Monreal, ahora flamante senador por Morena, llegó a darse su taco comiendo unos tacos de tripa entre el pópulo…
El lugar está en la calle de Aztecas, a media cuadra del Eje uno norte, donde hace años Cornelio Reyna filmó una película. Y Ramiro se acuerda de “me caí de la nube en que andaba”, la gente comía tacos, digo, qué tanto es tantito…