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Emprender otro reto laboral, ejerciendo el rol de madre, supone dosis extra de sacrificio
HAS CULMINADO tus estudios universitarios y formado tu propia familia; sin embargo aún no encuentras el trabajo que tanto deseas para tener una mejor calidad de vida junto a los tuyos. Te planteas la posibilidad de ser postulante para el ejercicio de un cargo público, un nuevo reto: ser madre y opositora. Confía plenamente en tus capacidades: no hay obstáculos que no puedas superar.
Si ya tienes en mente esta alternativa, lo mejor es que lo converses con tu pareja y juntos tomen la decisión. Con ello, contarás con su apoyo durante el período de preparación para las diversas pruebas y exigencias que debes cumplir para la selección.
DE TIEMPO COMPLETO
Ser madre y opositora a tiempo completo es una situación que implica someter a consideración muchas variables; se ha de buscar una solución sencilla, que mantenga el equilibrio de la dinámica familiar.
Por ejemplo, la edad de los chicos y su dependencia de los cuidados maternos, las rutinas escolares o los deportes, entre otros. Se trata de una sincronía complicada, pero que se puede lograr con facilidad siguiendo algunos consejos.
El comienzo es duro, pero la rutina nos hace asimilar el nuevo ritmo de vida para cumplir con todos nuestros compromisos cada vez con más facilidad.
ORGANÍZATE
Al iniciar la oposición, es aconsejable ubicar un tutor o una institución especialista en la preparación para estos casos. Ellos manejan conocimientos acerca del tipo de pruebas y la modalidad de evaluación que te resultarán muy útiles.
Otro de los beneficios es que la inversión de tiempo de estudio utilizando los servicios antes mencionados será mucho menor y más productiva, ya que irás al grano en lo que debes estudiar.
Algo que podrá ayudarte mucho es contar con un espacio privado para tu preparación. No tiene que ser muy amplio, pero sí personal; basta con un escritorio en el que puedas colocar tus apuntes y ubicar lo que necesites al momento.