Visitas
Ciudad de México.- En 2016 la nación malosa de este lado pudo deleitarse con su equipo, y éste le regaló un triunfo sobre los Houston Texans, siendo local en el Estadio Azteca.
Un año después, también en el Coloso de Santa Úrsula, que igual fungió como la casa de los de negro y plata, éstos sucumbieron ante el otrora protagonista del Super Bowl LII, los New England Patriots.
Hablar de los Oakland Raiders es hacerlo de tradición en México, pues cuando se hace referencia a la NFL, éste es uno de los equipos que enseguida saltan, porque es de los favoritos.
Y, aunque esta vez no serán los invitados al Monday Night en territorio mexicano, por supuesto los del estado de California estarán en el ojo de todos, sobre todo porque se recurrió a una fórmula ya conocida, como cabeza de la organización.
Jon Gruden, quien fue el head coach de los Malosos de 1998 a 2001, completando una marca de 38 triunfos y 26 derrotas, está de vuelta, con la mira puesta en repetir la hazaña que consiguió cuando estuvo a cargo de los Tampa Bay Buccaneers, con los que se coronó en el Súper Tazón, derrotando precisamente a los ya Oakland Raiders.
El Chucky, con más experiencia, pero al que desempolvan diez años después, tendrá la misión de hacer de esta escuadra una muy competitiva, sobre todo tomando en cuenta que la División Oeste de la Conferencia Americana (AFC) es una de las más parejas y disputadas, pues tendrán que competir ante Kansas City Chiefs, Los Ángeles Chargers y los Denver Broncos.
Gruden se alió de dos tipos geniales para su vuelta, Greg Olson y Paul Guenther, quienes tienen galones de sobra como coordinadores ofensivo y defensivo, respectivamente, pero aquella pausa por ser analista podría costarle.
Este equipo, que contará prácticamente con una defensa nueva, pues sólo algunos de los que estuvieron el año pasado se mantendrán como estelares, se perfila para tener una marca con apenas seis o siete triunfos, pues con todo y la veteranía de algunos que serán líderes, es una temporada de reconstrucción.