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Por Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez
Más allá del objeto religioso que lleva a los tradicionales nacimientos, que no es el motivo de esta columna, una de las grandes tradiciones es la de los nacimientos, algunos, vueltos a poner con figuras que tienen generaciones en la familia y siempre es un símbolo de esperanza, de todo lo que puede renacer para salvarnos, literalmente del caos.
Uno de los intelectuales más importantes de México y mentor del expresidente Andrés Manuel López Obrador, creó en su casa una bella tradición que ojalá las autoridades de Cultura retomaran, y me refiero a los nacimientos que año con año crecían, con piezas donadas, compradas aquí y allá y en ocasiones, elaboradas por él mismo. Todos los años, crecía el número de visitantes que iban desde gente humilde hasta artistas como María Félix o Pedro Armendáriz que se daban cita en la casa de las Lomas de Chapultepec en donde el poeta recibía a los visitantes con las puertas que permanecían abiertas hasta bien
entrada la noche en una tradición que permaneció hasta su muerte en 1977.
Carlos Pellicer, escritor, poeta, fue uno de los más importantes luchadores por preservar nuestras raíces y nuestra historia. Para Pellicer, lo primero era la fe y lo demás era accesorio, sin embargo, rescatar la voz del poeta, más allá de lo intrínsecamente religioso es apelar a los sentimientos más puros en esta época de turbulencia, rescato aquí un fragmento de sus versos navideños:
“La esperanza está sola, tanto, que canta porque nadie la mira puesta en su barca. ¡Qué hermosa es la esperanza! ¡Con cuántos ojos la salgo a ver ahora que brilla en todo! Cuando bien amanezca y el horizonte ponga en mi corazón un nuevo nombre (…) La paz está en nosotros, para encontrarla, esta noche es muy corta, también muy larga. Tómala de la mano y entra en su casa”.
Carlos Pellicer, un poeta tabasqueño que sembró en AMLO la semilla de la literatura y del
humanismo a través de su poesía. Las fechas son el pretexto, pero acercarse a la poesía, a
nuestros poetas en cualquier época del año, nos recuerda que la pureza existe, que la
esperanza sigue ahí, que el ser humano es mucho más que la ambición que actualmente
mueve al mundo.
“Esta noche alojamos en nuestro corazón las palabras tan simples desta canción. No digan
de nosotros: Fue el genio de la guerra, que de nosotros digan: Trajo paz a la tierra”.
