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Cansados del abandono oficial, habitantes del municipio mexiquense paralizaron la autopista México–Querétaro para exigir agua, alumbrado y condiciones dignas
Diego Raya
GRUPO CANTÓN
Habitantes del pueblo de San Francisco Tepojaco, en el municipio de Cuautitlán Izcalli tomaron la Caseta de Cobro Número 4 “Tepotzotlán”, en la autopista México-Querétaro, para exigir la intervención inmediata de las autoridades en la reparación de vialidades principales para los residentes.
Desde las 9 de la mañana aproximadamente, un grupo importante de habitantes de las distintas colonias del municipio de Cuautitlán Izcalli, se congregaron a un costado de la autopista México-Querétaro, cerca del kilómetro 43 para tomar la caseta de Tepotzotlán, como medida de protesta ante la urgencia de distintas obras públicas.
Una vez tomada la caseta, los protestantes decidieron levantar las plumas y dar paso libre a los automovilistas, mientras denunciaron que, además de la necesidad de obras urbanas en vialidades de importancia, también existe un permanente de agua potable, por lo que exigieron la atención del edil de Cuautitlán Izcalli, Daniel Serrano Palacios.
Varios de los integrantes de la protesta cargaban lomas y mantas con consignas de molestia y hartazgo. Por ejemplo, una cartulina sostenida por una mujer señaló lo siguiente: “Daniel Serrano, ¿dónde está el bienestar que nos prometiste? Mejor renuncia”. El bienestar referido, además de la mala condición de las calles, también aludió a condiciones de seguridad.
Por lo tanto, la circulación de automóviles privados y de transporte de carga fue compleja, debido a las intermitencias que se presentaron en la apertura y cierre de la caseta durante la mañana del martes. Finalmente, los residentes del municipio aprovecharon para denunciar la existencia de proyectos de atención de vialidades estancados que no se limita al suministro de agua. Los colonos también exigen recolección constante de basura, reparación de luminarias, bacheo y limpieza de drenajes, problemas que aseguran han convertido sus calles en focos de inseguridad y enfermedades.
“Por las noches no se ve nada, todo está oscuro y los delincuentes aprovechan. Vivimos entre basura y calles rotas”, lamentó Ana María Juárez, madre de familia y una de las organizadoras del bloqueo.
Durante la protesta, los inconformes levantaron momentáneamente las plumas de la caseta para permitir el libre paso de los vehículos, un gesto que, según explicaron, buscaba llamar la atención de las autoridades estatales, sin afectar directamente a la población. No obstante, advirtieron que, de no recibir una respuesta inmediata, volverán a cerrar la autopista de forma indefinida.
