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Desde el miércoles el pasaje mínimo en el Estado de México cuesta 14 pesos. Usuarios denuncian que nada ha mejorado: las unidades permanecen viejas
Juan R. Hernández
GRUPO CANTÓN
Este miércoles entró en vigor el aumento a 14 pesos como tarifa mínima en el Valle de Toluca, según el decreto publicado el 10 de octubre. Colectivos ciudadanos denunciaron diversos incumplimientos: las unidades continúan deterioradas, sin cámaras de vigilancia, botones de pánico ni sistemas GPS, pese a las promesas realizadas durante el último ajuste tarifario en 2020.
El nuevo esquema aplica a los primeros cinco kilómetros, con un cargo adicional de 25 centavos por cada kilómetro extra. Aunque el gobierno sostiene que el incremento busca modernizar el servicio, usuarios aseguran que las condiciones actuales distan de ser seguras, eficientes o sustentables.
Ante ello, el colectivo “No al Tarifazo” convocó a manifestaciones simultáneas en distintos puntos del Edomex para detener el incremento, establecer tarifas preferenciales para estudiantes y adultos mayores, frenar los fideicomisos que benefician a los concesionarios e impulsar infraestructura accesible y derechos laborales para los operadores.
Por su parte, Odilón López Nava, delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat), defendió la medida y negó que se trate de un “tarifazo”. Argumentó que el ajuste es un “acto de justicia social” y que la propuesta original contemplaba un incremento de hasta 22 pesos.
“El gobierno protegió el bolsillo de la gente y dio un voto de confianza al sector. Ahora debemos responder con un servicio digno”, afirmó.
Pese a las promesas de modernización y renovación vehicular, usuarios del transporte público en el Valle de Toluca y el oriente del estado, aseguraron que siguen enfrentando unidades deterioradas, choferes agresivos y esperas prolongadas, mientras el servicio continúa lejos de ser “eficiente y sustentable”.
“Ya no alcanza ni para ir a trabajar”, reclamó con enojo la señora Teresa Mendoza, vecina de San Pablo Autopan, quien todos los días debe tomar dos camiones para llegar a su empleo. “Nos suben la tarifa, pero los camiones siguen igual: sucios, sin luces, sin cámaras y con choferes groseros. ¿Dónde está la modernización que prometieron?”, cuestionó.
