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Autoridades son omisas para el cumplimiento de normas de protección civil por privilegiar el negocio en espectáculos, lo que fomenta que se siga normalizando los abusos de las promotoras
Omar Montalvo
Ciudad de México. – En el último show del grupo de rock Tri en el Auditorio Nacional se desprendió una pantalla que puso en riesgo al elenco y al público, sin embargo, la alcaldía Miguel Hidalgo que gobierna Mauricio Tabe, cómo autoridad responsable no realizó ninguna inspección ni informó al respecto, a pesar de que existen antecedentes sobre la negligencia en espectáculos.
En entrevista con el abogado Gustavo García sobre las implicaciones legales en un incidente de este tipo indicó “la Ley de Gestión Integral de Riesgos es muy clara en definir que para estos eventos dado el aforo que hay en el Auditorio Nacional, entre los siete mil a 10 mil asistentes, corresponde la vigilancia, supervisión y verificación a la alcaldía correspondiente en este caso es la alcaldía Miguel Hidalgo”.
El incidente ocurrió el pasado 12 de octubre. Una pantalla que era parte del escenario se desprendió parcialmente y el show se detuvo por 25 minutos sin alguna intervención. Incluso el grupo musical tuvo otro concierto al siguiente día. El abogado indicó que lo correcto era desalojar para una revisión de las instalaciones por la Dirección de Protección Civil como primera autoridad. Ante el silencio de la alcaldía, Gustavo Arias añadió que se tuvo que informar de una verificación, emitir un comunicado e incluso ofrecer una conferencia para aclarar el motivo del desprendimiento de la pantalla.
El abogado indicó que es necesario conocer el plan de Protección Civil del Auditorio “en otros casos nos hemos enterado que ni siquiera tienen ni el programa de Protección Civil ni el aviso de espectáculo público”.
El pasado mes de abril ocurrió un incidente similar. En el Axe Ceremonia una estructura decorativa colapsó y cobró la vida de dos fotógrafos, sin que a la fecha existan responsables. Al respecto, Gustavo Arias alertó que es grave no alarmarse por el caso del Auditorio Nacional, ya que esto normaliza los abusos en los espectáculos, pues varias promotoras han preferido declarar que la seguridad de los asistentes no es su responsabilidad.
“Me atrevo a asegurar que tiene que ver con la cultura de la máxima ganancia, la avaricia, que es finalmente lo que llegue a matar industrias” aseguró y añadió que es necesaria una legislación más estricta en la materia “si esto hubiera sucedido en otro país que tiene más rigor en verificar, sería un escándalo, seguramente el Auditorio Nacional hubiera tenido que suspender las próximas fechas”.
