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En solo 24 horas aparecieron cuatro cadáveres con huellas de tortura sobre la carretera, tres de ellos acompañados “con un mensaje” de un grupo criminal
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La carretera federal México–Cuautla se ha transformado en un corredor del miedo. En apenas 24 horas, cuatro cuerpos con signos de violencia extrema fueron arrojados a la orilla de esta transitada vía, en dos hallazgos que han sacudido a las comunidades de Chalco y Cocotitlán.
El hecho más reciente ocurrió la mañana del jueves, cuando automovilistas que circulaban por la zona limítrofe con Cocotitlán, reportaron la presencia de un bulto sospechoso.
Al llegar elementos de la policía municipal, descubrieron tres cadáveres envueltos en cobijas, todos con huellas de tortura. A un costado se localizó una cartulina con un mensaje intimidatorio firmado presuntamente por un grupo criminal con orígenes en Michoacán.

A este hallazgo se suma el de otro cuerpo encontrado la tarde del miércoles, embolsado y tirado a pocos metros de un restaurante a la altura del tramo hacia Tlalmanalco. En ambos casos, los primeros en dar aviso fueron conductores que, horrorizados, se toparon con los restos humanos a plena luz del día.
El clima de inseguridad mantiene en vilo a los vecinos. “Vivimos con miedo, cada vez que pasamos por aquí no sabemos qué nos vamos a encontrar. Es tierra de nadie porque la policía casi no patrulla”, denunció un habitante de Cocotitlán.
Otro poblador, visiblemente consternado, agregó: “Estos grupos hacen lo que quieren, la carretera es su tiradero. Y nosotros circulamos expuestos, sin protección alguna”.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México, confirmó que los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense y se abrió una carpeta de investigación por homicidio doloso. Las autoridades no descartan que ambos casos estén vinculados y respondan a la disputa de células criminales que operan en la región oriente del Estado de México.
La carretera México–Cuautla, además de ser una de las principales vías de conexión hacia Morelos y Puebla, se ha convertido en un trágico escaparate de la impunidad que carcome a la región.
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