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A veces los medios se parecen tanto que es imposible distinguir quién escribió la nota, si es de derecha, de izquierda o de “centro buenaondita” pero con la jiribilla y la elucubración, haciéndose historias muy a lo Anabel Hernández; los supuestos y las histéricas teorías de los que el presidente López Obrador llamara los “comentócratas”, a veces se quedan muy cortos ante el fuego amigo que, creyéndose más informados porque los cubre la bandera de la 4T, se atreven a asegurar: “es que Beatriz (refiriéndose a la esposa del expresidente) ya no vive con él, y por supuesto que se va a ir…” Y la novela se extendió en redes ad infinitum; el colmo fue cuando comenzaron a compararla con la Gaviota, o cuando “serios analistas” dieron por buena una nota del ABC y la replicaron porque “hasta Pérez Reverte” (condenado por plagio), publicó una nota firmada por Joan Guirado cuya cabeza dice: la esposa de López Obrador y azote de España se muda a Madrid”, a lo que el escritor (plagiario) añadió irónico: “Violentando su honrada conciencia indigenista, imagino (…)”
De ellos se puede esperar todo, ¿pero de simpatizantes, y más aún, de periodistas serios?con el principio (acuñado por Loret) de que “la nota es la nota”, replicaron un bulo con el objetivo de dañar a la 4T, a la presidenta y sobre todo, echar tierra sobre la noticia principal: 13.4 millones de mexicanos dejaron la pobreza, estadística oficial que por supuesto tiene muy enojadas a las cúpulas que sí viven en España (léase Calderón y compañía).
Luego de que la doctora Gutiérrez Müller desmintiera por escrito, los periodistas de izquierda y centro izquierda empezaron a justificar “claro, el ABC es facho” “y el que firma la nota ¿quién es?” mientras se envolvían en su calidad de “informadores” pero sin mencionar jamás, su propia responsabilidad ni asumir que otra vez replicaron una mentira y la dieron por buena porque “venía de España”. Esa prensa que se supone afín, que recibe partidas de comunicación social, a menos debería disculparse con las audiencias que los siguen y les creen, pero sobre todo, con la doctora Gutiérrez Müller que no es funcionaria ni quiso serlo, que recibió fuertes golpes mediáticos mientras el expresidente López Obrador estaba al mando y que ahora, nuevamente es atacada y denostada sin que por lo menos los medios “afines” al movimiento le ofrezcan un humilde: usted disculpe.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez
